Opinión

El drama está en la gestión, ni en el Adn ni en Mbappé

FC Barcelona - PSG

FC Barcelona - PSG

De entrada, una recomendación sencilla: a los que pretendéis que el Barça gane las Champions cómo las gana el Madrid, haceros del Real. Os ahorraréis disgustos y perder el norte como el club lo ha perdido en la última década. Sucede que muchos de los que ahora usan el famoso ADN azulgrana para golpearlo ante el baño de éxitos del rival, antes sacaban pecho por cómo el Barça sometía y humillaba al madridismo. No vale.

Primero, porque el Barça ni ha ganado ni ganará jamás como el Madrid, siendo, en un porcentaje muy alto de las veces, inferior a su rival. No le parieron para eso. La historia no engaña: las cinco Champions que levantó fueron dominando este juego, y siendo, casi siempre, el mejor sin discusión. Nunca fue campeón de Europa sin serlo de la Liga ni se embolsó la orejona conviviendo con el fracaso en otros frentes. El Madrid, sí. Y segundo, porque el problema no habita en el ADN, sinó en la gestión que desafía el modelo y lo ejecuta mal. Eso es lo que llevó el Barça - una semifinal en 10 años - a bajarse del tren europeo. Hubo muchos avisos.  Nadie hizo caso.

Se descartó a Modric y a Kroos, se hicieron contratos vitalicios a jugadores en el ocaso, trajeron a Arturos y Paulinhos, se malgastó el cheque por Neymar y desatendieron la idea. Los socios votaron a Bartomeu por un triplete y Laporta, en lugar de aplicar prudencia, impulsó palancas que acortaron poco la distancia. No cambio una sola Champions del Barça por nada, pero los principales responsables de que el Barça haya sido un mero espectador - no competidor - de las últimas 6 Champions del Madrid son sus dirigentes. En eso sí hay que ser implacable y no en el maltrato al sello que convirtió al club en ganador y le hizo eterno.