El delantero, cuanto más cerca del área, mejor

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Griezmann trabajó mucho, tuvo gran movilidad y tuvo una ocasión de gol / AFP

BOJAN KRKIC

Toda mi vida he sido delantero, es la posición donde siento que puedo dar lo mejor de mí. Es también donde más me gusta jugar, cerca de la portería rival. Esto no significa que los goles sean solo propiedad de quienes se mueven por esa zona porque el gol acaba siendo cosa de todo el equipo, pero es evidente que, en gran medida, los delanteros somos responsables de acabar las jugadas.

Durante mi carrera he jugado en muchos equipos distintos y en la mayoría lo he hecho en mi posición natural o cerca de ella, aunque también me ha tocado ejercer de extremo derecho o de interior. En este caso, lógicamente, me ha costado más relacionarme con el gol porque he jugado más alejado del área.

Comento todo esto como previa a un par de reflexiones que me gustaría hacer. La primera es la sensación que me dejó el Barça-Real Madrid, en el que no hubo goles y, por lo tanto, faltó la que es, para mí, la salsa del fútbol. Un partido así puede que no pierda su emoción por todo lo que representa para ambos equipos, pero sin goles se echa algo de menos. La prueba es que hacía diecisiete años que no se jugaba un Clásico que acabara tal y como había empezado y que no ha dejado un buen sabor de boca, más allá del análisis que cada aficionado o protagonista pueda hacer de él. Sin goles siempre nos falta algo.

La segunda reflexión gira alrededor de Griezmann, al que veo involucrado en tareas defensivas y muy alejado de la zona en la que su influencia es mayor. Tuve esa sensación en el Clásico, pero llevo viendo lo mismo durante toda la temporada. En el fútbol actual es normal que todo el mundo acabe colaborando en defensa como también hay que sumar a nivel ofensivo (los futbolistas de hoy en día están muy responsabilizados en ese sentido). No se trata de eso. Ya hemos dicho que el gol es cosa de todos. El problema es que Griezmann juega muy alejado de donde realmente hace daño, de donde realmente puede poner su granito de arena a nivel defensivo con una presión alta y, sobre todo, marcar la diferencia con su enorme calidad y talento. Robar un balón en tu propia área es positivo, pero al francés, una vez robado, le quedan ochenta metros por delante hasta la portería rival. Algo similar se le pedía a Coutinho, que triunfó con Klopp, lo ha hecho en Brasil y está convenciendo en Múnich porque juega allí donde más puede explotar sus capacidades. Yo, como delantero, quiero tener cerca a futbolistas como ellos, con quien me pueda asociar, jugadores capaces de hacer gol y de dar asistencias. Si tienes una plantilla con jugadores como Messi, Griezmann, Suárez o De Jong, de evidente perfil ofensivo, lo lógico es adaptar la propuesta a obtener lo mejor de sus virtudes.

EL VAR RESTA ESPONTANEIDAD

La aparición del VAR ha significado un cambio sustancial para el mundo del fútbol y para su desarrollo. Cuando este deporte deja de ser espontáneo y no permite que se produzcan errores humanos, se da pie a la creación de conflictos innecesarios. Soy de los que piensa que la magia de las celebraciones, la experiencia de los momentos de ‘pillería’ y una larga lista de situaciones que hacen del fútbol lo que es pueden ir apagándose en un fútbol ya de por sí muy manipulado. La esencia de lo que es este deporte no debe modificarse y el VAR ha provocado que se pierda algo de su frescura, tan necesaria hoy en día.

¡GRACIAS PERALADA POR TODOS ESTOS MESES!

Última semana de entrenamientos con el CF Peralada, equipo de Tercera División con valores humanos y profesionales de Primera.  Han sido meses que recordaré con cariño. Desde el primer día me han acogido y ayudado en todo lo que he necesitado para mantener la forma antes de volver a la MLS. ¡Muchos éxitos en el futuro y felices fiestas!