¿Debe romper el Barça el contrato con Ronaldinho?

Brasil, una de las grandes potencias económicas del planeta, tendrá nuevo presidente el próximo domingo día 28, cuando concluya la segunda vuelta de las elecciones. El gigante sudamericano anda revuelto porque lidera todas las encuestas el candidato del Partido Social Liberal Jair Bolsonaro, ex militar y considerado de ideología ultraderechista. A tenor de sus polémicos actos y declaraciones, se le tiene por misógino, sexista, racista y xenófobo.

¿Y qué tiene que ver este individuo que aplaudió la dictadura militar brasileña con el FC Barcelona? Muy sencillo, uno de sus seguidores más famosos es el mediático Ronaldinho, ex jugador del club y en la actualidad embajador de la institución azulgrana, que públicamente ha pedido el voto para su programa electoral. No es la única gran figura del mundo del fútbol que lo ha hecho. Ahí están los Rivaldo, Cafú, Lucas Moura o el mítico ex piloto de Fórmula 1 Emerson Fittipaldi.

A Ronaldinho, como cualquier otra persona, le asiste todo el derecho del mundo a tener su posición política y a defender sus ideas como crea más oportuno. Es tan respetable como que el FC Barcelona pueda llegar a plantearse si un embajador de la institución, que es una marca global, está en condiciones de alinearse con un personaje que se encuentra en las antípodas de los valores que representa la entidad. Yo creo, sinceramente, que si un directivo, ejecutivo o empleado del club hubiera manifestado las barbaridades que ha llegado a soltar Bolsonaro por su boca, no dura ni un minuto. Otra cosa es que Ronaldinho sepa realmente qué es y qué significa ser embajador del Barça en el mundo y si esa responsabilidad le permite posicionarse políticamente de forma tan clara y abierta. Desde luego es mucho más que hacerse una foto aquí o allí.