Opinión

Davies, Mbappé y el Día de la Marmota

Así hemos vivido el Real Madrid - Bayern de Múnich de la Champions League

Real Madrid - Bayern de Múnich. Alphonso Davies conduce el balón ante Dani Carvajal

Real Madrid - Bayern de Múnich. Alphonso Davies conduce el balón ante Dani Carvajal / EFE / Juanjo Martín

Cada año es lo mismo, pero no por ser repetido, deja uno de tirarse de los pelos, incrédulo. El Real Madrid estará en Wembley y de nuevo lo hará en contra de toda lógica, cuando perdía faltando solo diez minutos. El explosivo cóctel de errores defensivos del rival (en este caso, grotesco, de Neuer), más eficacia (la de Joselu), más errores arbitrales (Marciniak anuló un gol al Bayern en el último minuto al pitar fuera de juego antes de terminar la jugada) se combinó a la perfección para los blancos en un Bernabéu enfervorecido.

Puede ser el miedo escénico del rival, puede ser el acierto y la fe de un equipo que nunca se rinde, puede ser la suerte o puede ser el arbitraje. O puede ser todo junto. Lo que sí, es el Día de la Marmota. Un dulce sueño para los madridistas y una amarga pesadilla para los que no lo son. Como le sucede a la mayoría de los barcelonistas.

Y como todo lo que pasa en Madrid está conectado por el 'puente aéreo' y llega a Barcelona, y viceversa, las penas azulgranas se verán ahora todavía un poco más grandes, así que le espera un duro final de temporada a Laporta, Xavi y compañía.

Y el año que viene, la plantilla blanca será, previsiblemente, todavía más potente. Casi seguro con Kylian Mbappé y muy probablemente con Alphonso Davies.

Que, por cierto, llegarán al club blanco con sensaciones bien distintas tras las semifinales europeas. El canadiense lo hará después de haberse rebelado de la suplencia a que le somete Tuchel y reivindicarse con un pepinazo de época en el Santiago Bernabéu. Su derechazo llenó de esperanzas al Bayern antes de que la marmota despertara y saliera puntualmente de su agujero. La de Madrid aparece siempre en mayo.

Mbappé, en cambio, lo hará cuestionado, derrotado y sin lograr darle la Champions al PSG que tanto deseaba para salir por la puerta grande. Lo hará por la de atrás, tras una muy floja eliminatoria contra el Barça -pese a los dos goles- y nefasta ante el Borussia Dortmund. Se vio de blanco antes de tiempo.