Opinión

Con Dani Olmo no basta

Lo del Gamper es un aviso para navegantes, se sabía que había que reforzar esta plantilla

Dani Olmo, de momento el único refuerzo del Barcelona

Dani Olmo, de momento el único refuerzo del Barcelona

Una de las máximas del club es que con Hansi Flick se mejorarán las prestaciones individuales y colectivas de la plantilla, la cual hay el convencimiento interno que será exprimida como no se había logrado hacer la temporada pasada. Otra es la apuesta innegociable por La Masia, la mejor fábrica de talentos del mundo como, una vez más, ha quedado ratificado con el magnífico oro de la Rojita más blaugrana en los recientes Juegos de París.

Con la lucha titánica por regresar a la regla del uno a uno, tiene toda la lógica del mundo que el Barça enaltezca tanto a quien ya esté dentro como aquellos jóvenes que se miran en Lamine Yamal, Cubarsí o Fermín y se sienten listos para ser los próximos en subirse al ascensor. A favor suyo está Flick que ha demostrado que quien rinda tendrá premio: ha ocurrido con Pau Víctor, que ha pasado por delante de Vitor Roque a quién se le busca destino, o con la dupla de mediocentros Marc Bernal y Marc Casadó.

Paralelamente, los fichajes que vendrán serán (muy) pocos pero con (muchísimo) valor añadido. La repatriación de DaniOlmo marca el camino. Una operación a ser aplaudida se mire por donde se mire.

La pretemporada discurría con altas dosis de optimismo por el poso que dejó la gira estadounidense... hasta que llegó el Gamper. Aunque el Barça presentara un equipo sin algunas de sus estrellas, lo ocurrido ante el Mónaco es un serio aviso, teniendo en cuenta que la Liga arranca el sábado en Mestalla.

Que la ‘operación salida’ se encuentre encallada, que la bomba Nico Williams esté en fase de desactivación, y que aún no haya sustitutos definidos como, por ejemplo, quién ocupará el lugar de Marcos Alonso en el lateral izquierdo, crea un cierto punto de inquietud. Lo que es lógico porque ya ha transcurrido el 75% de la ventana veraniega.

Precisamente, para proteger a los canteranos, a quién no se le puede trasladar toda la responsabilidad, el Barça necesita reforzarse y reequilibrar su plantilla. Y esto se sabía desde hacía meses.

La Eurocopa, los Juegos Olímpicos, la dificultad por alcanzar la regla del uno a uno, la obligatoriedad de haber salidas para salir al mercado con recursos limitadas, las inscripciones, la llegada de un nuevo técnico sin experiencia previa fuera del fútbol alemán y tres jornadas ligueras en agosto antes del parón FIFA de septiembre... se sabía de antemano que este verano era de altísima complejidad.

Perder nunca conlleva conclusiones positivas, pero tal vez el resbalón en el Gamper sirva para acelerar, de una vez por todas, las demasiadas decisiones aún en abierto y no se deje todo para las últimas 72 horas del mercado que deja un barniz de improvisación.