¿Qué más da un 4-3-3 o un 4-4-2?

Carvajal se lesionó en la final de la Supercopa de España ante el Barça

Carvajal se lesionó en la final de la Supercopa de España ante el Barça / @FCBarcelona_es

Joan Vehils

Joan Vehils

No conozco a ningún culé que estuviera preocupado el pasado domingo tras ver ganar al Barça en la final de la Supercopa de España disputada en Arabia. Al final del partido, unos estaban felices por conquistar de nuevo un título tras demasiados meses de sufrimiento; otros, se mostraban eufóricos por derrotar al Madrid; los había que celebraban con ilusión que fuera el primer título de Xavi y, casi todos, se mostraban esperanzados por el buen juego desplegado por el equipo durante los noventa minutos. O sea, de principio a fin. Optimismo generalizado, elogios a los futbolistas y escasa crítica. Justo lo que Xavi reclama, necesita y soñaba desde hace tiempo.

Solo un grupo reducido de expertos en la materia debatían sobre la necesidad de jugar con un 4-3-3 o con un 4-4-2. Me pregunto a quién le interesa activar este debate tras la conquista de un título que se logró con todo merecimiento y, encima, jugando bien. Bajo mi punto de vista se trata de una controversia que no nos lleva a ninguna parte.

Es verdad que al culé le gusta ganar jugado bien y, normalmente, cuando se juega bien, se gana, pero de eso a obligarnos a mantener un corsé preestablecido solo porque responde al ADN Barça, pienso que nos debe hacer reflexionar. Por mí, firmo que jueguen y compitan cada encuentro como el de la final de la Supercopa. Me da absolutamente igual el dibujo de la pizarra de Xavi. Contra el Madrid aprecié un equipo competitivo, disfruté de buen fútbol, se ganó y, sobre todo, no pensé en Messi durante todo el partido. Fue, quizá, la primera vez que no echo de menos ni un instante durante todo el encuentro la ausencia del campeón del mundo.

Es verdad que hay futbolistas que están rindiendo por debajo de lo esperado y eso, igual que a corto plazo facilita el trabajo para confeccionar un once titular, también penaliza al equipo a medio y largo plazo. En el futbol actual no vale solo con tener a once buenos futbolistas.

No obstante, este es otro debate que Xavi y la dirección deportiva deben afrontar, analizar y asumir. Por mucho que el entrenador del Barça lo intente, les ayude y los defienda, es evidente que hay futbolistas que no se han adaptado al equipo o que su rendimiento ya no les da para jugar en este.

De momento, eso sí, el equipo ha dado muestras de que si quieren pueden. Mientras, Xavi ha demostrado que sabe lo que quiere. Así que disfruten de esos momentos como la final de la semana pasada y no se enojen por si juegan con dos, tres o cuatro delanteros. Quizá toca ya modificar un poco el ADN Barça.