Opinión

Cumpleaños muy feliz. O no

Lamine Yamal, en una imagen de esta Eurocopa

Lamine Yamal, en una imagen de esta Eurocopa / EFE

La vida, que nos regala paradojas una detrás de otra, ha tenido a bien que coincidan los aniversarios de Lamine Yamal (hoy), Nico Williams, James y Vinicius (ayer). No me digan que el guionista no ha estado fino. Eurocopa y Copa América marcando los tiempos y estos cuatro jugadores, los resultados y los sentimientos.

Es tan difícil escribir algo novedoso sobre el blaugrana que solo puedo trasladarle mi felicitación por esos diecisiete años de vida que, no sé a ustedes, a mí me da la sensación que los multiplica por tres. Aunque destile juventud por los cuatro costados, verle en el terreno de juego y escucharle ante los micrófonos nos reubica en otra fecha mucho más madura. Lo tengo claro: que disfrute de lo vivido y de lo que se viene en las próximas horas y meses y que su entorno más cercano vele por él y por sí mismo.

Mañana va a tener a millones, repito, millones de personas pendientes de él. Y no es ni tan siquiera mayor de edad. Complicado gestionar algo tan ‘heavy’, que dirían sus ‘bro’s’. Sus compañeros en este momento, este colectivo que contra todo pronóstico se ha plantado en una final de la Eurocopa, romperá hoy el protocolo para celebrar lo individual. Sin cámaras. A su manera. A su ‘rollo’. Un entorno puntual que, de la mano de veteranos como Rodri, han ‘bunkerizado’ a un chaval que saben que les puede llevar a la gloria desde la genialidad y un punto de locura. Respirar este aire le ha venido muy bien a Lamine Yamal. Muy bien.

"Lamine es un caso especial: ha madurado antes que los demás"

SPORT.es

Las velas que sopló ayer Nico Williams no las puso en el pastel Javier Tebas, pero casi. Lo suyo parece más un fichaje de estado que de club, qué cosas. Porque el presidente de la LFP aseguró que “el Barça está capacitado para ficharle”. Que le puede incorporar ya si quiere, vamos. Me gustaría saber que dice ahora su homónimo en el Athletic Club, Jon Uriarte, al que vimos presa del nerviosismo en una extraordinaria (por lo inhabitual) comparecencia pública. Vimos a un presidente disparando los últimos cartuchos ante lo que se viene un cumpleaños infeliz porque no podrá sumar otro año más al pequeño de los Williams en sus filas. Eso sí, y lo escribo desde la experiencia que me dan los años y los últimos actos de Joan Laporta, creeré cuando lo vea. Y si el ‘semi tapado’, Dani Olmo, es el elegido aplaudiré como loca la operación.

Vinicius también sumó un año más a su vida y cumplirá, a la par, su séptima temporada en el Real Madrid. Con su selección nacional ha sumado, también, centenares de críticas. En paralelo, llega la estrella Mbappé al club blanco y este ya se ha encargado de visibilizar el éxito de la venta de camisetas y el ‘sold out’ en el ensordecedor Santiago Bernabeu para su presentación el próximo martes.

Dicen que serán 80.000 almas blancas las que se darán cita para recibir al capitán de la selección francesa que se posicionó abiertamente contra la ultraderecha de su país. Veremos como lo cosen algunos de los hilos del palco regentado por Florentino Pérez, el mismo presidente que verá como uno de los jugadores en los que casi nunca creyó, James, se enfrenta en plenitud a Messi en la final de la Copa América. No me digan que el guion no es digno de un Oscar. Perdón, de un balón. ¿De oro?