Las consecuencias de la remontada

La remontada ante el PSG no solo sirvió para dar un subidón de moral al equipo y que esta generación lograra una gesta épica, sino que también sirvió para pasar a cuartos de final de la competición y que mañana viernes, en vez de mirar por la ventana cómo los mejores clubes de Europa colocan sus nombres en unas bolas para elegir los próximos partidos, el FC Barcelona haya montado una expedición a Nyon.

Mañana es el sorteo de Champions League y gracias a la punta de la bota de Sergi Roberto, una bola con el nombre del Barça dentro girará en una ensaladera. Son ocho equipos los elegidos que se han ganado estar en ese bombo, los dos últimos ayer mismo. Además es un sorteo de los buenos, de sorteo puro: sin condicionantes, sin cabezas de serie, sin tener en cuenta los enfrentamientos anteriores...

Así que las manos de Ian Rush, el encargado de hacer los sorteos como representante elegido por Cardiff, podrían hacer coincidir a Barça y a Real Madrid en la máxima competición europea.

Sería una consecuencia fantástica de la remontada. Un regalo en forma de dos clásicos en el mes de abril en Champions más uno en Liga. Sería un mes de abril de ensueño de fútbol, fútbol y más fútbol, tres clásicos en los que estarán en juego dos competiciones de las tres a las que aún opta el Barça y las únicas a las que aún puede optar el Real Madrid.

Yo le pido al espíritu de la remontada que después de la bola del FC Barcelona haga que aparezca la del Real Madrid y tengamos un abril para recordar. 

Es muy arriesgado, pero más difícil era remontarle cuatro goles al PSG de Emery en el Camp Nou, y se consiguió. Este equipo puede con todo.