Condenado a demostrar permanentemente

Carlos Sainz se ha quedado sin premio en Austria

Carlos Sainz se ha quedado sin premio en Austria / AFP

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Carlos Sainz ha vuelto esta semana a su circuito talismán: Silverstone.Para el piloto español este es un lugar especial, y no solo porque aquí consiguiera el año pasado la primera de las tres poles de su palmarés en la F1 y la única victoria que hasta el momento lo adorna. En esta pista, durante su tiempo de residencia en Inglaterra el piloto madrileño se fogueó en sus primeros kilómetros en las competiciones para monoplazas de un cierto nivel.

The home of motorsports”, como reza pomposamente el rótulo que hay en su acceso principal, es uno de los circuitos con más pedigrí del automovilismo internacional. En esta pista el comportamiento de los neumáticos tiene una gran trascendencia, y ese ha sido precisamente el talón de Aquiles del Ferrari en esta temporada: su excesiva degradación. En la carrera del pasado fin de semana, en Austria, dio la sensación que los técnicos del equipo italiano habían conseguido avanzar en este aspecto, ya que el rendimiento de las gomas de los SF23 fue algo mejor.

Pero no hay que lanzar las campanas al vuelo; el Red Bull Ring no es un lugar especialmente exigente con esta particularidad, por lo que no será hasta que no haya transcurrido la cita de Inglaterra que se puedan sacar conclusiones más definitivas sobre la progresión del coche de Maranello.

Obviamente, el rendimiento del monoplaza será crucial, no solo para los pilotos de Ferrari sino para toda la parrilla en general. Y, además, por si la pista británica no fuera suficientemente severa con el comportamiento de las ruedas, Pirelli ha decidido traer unos compuestos nuevos para este fin de semana, lo que obligará a todas las escuderías a afinar mucho en la puesta a punto mejor para adaptarse a los mismos.

Pero más allá de cómo vaya el coche, las estrategias, la gestión de la carrera que los equipos hagan desde el muro tiene siempre un peso muy importante. En Austria Ferrari no transmitió la mejor sensación con el planteamiento del GP que desarrollaron para Sainz. En el primer tercio de la carrera el español tenía más ritmo que su compañero de equipo, y lejos de permitirle que le adelantara -pudiendo hacerlo- no solo le mantuvieron a su estela sino que le perjudicaron con hacerle entrar en el pitlane por detrás de Leclerc y tras dos pit-stops francamente horrendos.

Cupra

Luego, en carrera, Carlos no estuvo acertado con los límites de pista, lo que le acarreó unas penalizaciones que le dejaban sin opción. Pero el daño ya estaba hecho desde antes. Y no es la primera vez que esta especie de proteccionismo absurdo al monegasco por parte del equipo se traduce en detrimento de los intereses del español. Insisten en Ferrari que no hay un piloto preferencial, pero visto lo visto cuesta creerlo. Y más si observamos la situación de la clasificación de pilotos, con Sainz por delante de Leclerc. Por solo diez puntos, sí, pero por delante.

A Charles este año se le ha visto errático en demasiadas ocasiones, incluso desmotivado, y no han faltado los rumores que apuntaban incluso a un posible cambio de aires. Desde Ferrari insisten en desmontar cualquier indicio de teorías conspiratorias. Y habrá que creerles porque el principal interés de cualquier equipo está siempre en las antípodas de querer perjudicar a ningún piloto, por muchas milongas que nos hayan intentado vender algunos filibusteros con el paso de los años.

Sin embargo, las repetidas situaciones que han resultado contrarias a los objetivos de Sainz nos llevan a preguntarnos: ¿qué más tiene que hacer Carlos para que su equipo crea definitivamente en él? Frederic Vasseur tiene la palabra y la posibilidad de demostrarlo.