Los capitanes y La Masia

Con la marcha de Sergi Roberto los aficionados del Barça tenían asumido que Ter Stegen sería el nuevo capitán del Barça. No es el primer extranjero ni será el último en ostentar este honor. El portero alemán suma suficientes años en el club para poder ejercer de líder del vestuario. Cuando se han conocido el resto de los capitanes del club ha llamado la atención el hecho de que no haya ningún jugador formado en La Masia.

Es cierto que Araujo jugó en el Barça B pero el uruguayo llegó a Barcelona con 19 años siendo ya un futbolista profesional.

Aleix Garrido, nuevo capitán del Barça Atlètic

Los capitanes los escogen los propios futbolistas de la plantilla por votación y hay que respetar su criterio pero es sorprendente que ningún discípulo de La Masia esté entre los jefes del vestuario. La razón es obvia. Con el adiós de Sergi Roberto se cierra un ciclo en el que los que mandaban eran jugadores de peso criados en la cantera. Busquets, Messi, Xavi, Iniesta o Puyol fueron los anteriores capitanes pero incluso Jordi Alba o Piqué gozaban de muchos galones.

Ahora mismo los canteranos de la plantilla del Barça son muy jóvenes y, de momento, tienen menor ascendencia en el grupo. Gavi, por su carácter, es quién más cerca estará de este grupo de futbolistas que representan al equipo. A medio plazo, los Balde, Gavi, Lamine, Cubarsí y compañía serán los que marcarán la pauta del vestuario. Entre la generación de Messi y la actual ha habido una brecha en la que Sergi Roberto era el único hilo conductor.

Esto es un aviso de lo que no puede volver a pasar. El equipo necesita jugadores formados en La Masia jóvenes, de mediana edad y veteranos porque los canteranos son los futbolistas que dan identidad y los que más comprometidos están con el club. En un vestuario con gente de casa el que llega de fuera se aclimata a lo que marcan los que están más identificados con la idiosincrasia del club.

El caso del Barça Atlètic con un tipo sencillamente extraordinario como Aleix Garrido como capitán tiene que servir de ejemplo.

Ter Stegen está más que capacitado para ser un magnífico líder pero a su lado necesita gente con sentimiento de club y de país que ayude a que la conexión entre jugadores y aficionados sea más cercana.

Lo que ha pasado es consecuencia de unos años en los que se olvidó que apostar por la cantera forma parte del ADN de este club. El buen camino, en este sentido, se ha recuperado pero no hay que despistarse.