Opinión | FC Barcelona

Una buena y una mala

Sigue el eterno problema de Barça Vision, pero se ha mantenido la cabeza fría con Nike

Hansi Flick, con Joan Laporta, Rafa Yuste y Deco

Hansi Flick, con Joan Laporta, Rafa Yuste y Deco / Dani Barbeito

El FC Barcelona cerró ayer el mercado sin movimientos de última hora y con el fichaje de Dani Olmo como única llegada si tenemos en cuenta que Pau Víctor, fichado del Girona, ya formaba parte de la plantilla del filial azulgrana la pasada temporada.

Lejos queda el 1 de julio. Aquel día se abrió la ventana que se cerró ayer y en el Barça iniciaron un discurso muy ambicioso. Se cansaron de repetir que el club azulgrana acabaría consiguiendo estar en la regla del 1:1 y que como consecuencia podrían llegar refuerzos de peso. Filtraron que Nico Williams y Dani Olmo eran los grandes objetivos y que se podría hacer frente a las dos incorporaciones, además de hablarse de centrales, laterales, mediocentros... Al final solo ha llegado el de Terrassa, logrando ser inscrito tras empujar a Gündogan a salir y apoyándose en la lesión de Christensen. No se ha podido ni cubrir a última hora la baja de Marc Bernal, lesionado de gravedad en Vallecas tras haberse convertido en la gran sensación de este inicio de temporada y en el timón del nuevo Barça de Hansi Flick, un equipo que ha iniciado el curso dejando buenas sensaciones y sumando tres victorias en tres partidos. Se intentó, pero no había ‘fair play’. Todo porque el club no logró llegar finalmente a la regla del 1:1.

No lo logró porque se cayeron algunas posibles ventas como las de Ronald Araujo y Frenkie de Jong y porque no llegaron a buen puerto dos operaciones. Y aquí es cuando podemos hablar de una decisión mala y otra buena. La mala es que sigue sin solucionarse el ya eterno problema de Barça Vision. Creían en el club que logrando un accionista que cubriese los 40 millones impagados por Libero sería suficiente para lograr el 1:1, pero no ha sido así. LaLiga no validó el contrato con Aramark en su totalidad, mala operación, como toda la de Barça Vision, ideada hace dos veranos para poder fichar.

La otra operación que podía dar al club el 1:1 era la renovación del contrato con Nike. Se podría haber cerrado con prisas un principio de acuerdo que hubiese dado ’fair play’ y la posibilidad de hacer frente a importantes fichajes, pero posiblemente hubiese sido perjudicial para el Barça a largo plazo. Esta vez, en el club azulgrana han sabido separar los intereses deportivos de los comerciales. Y bien que han hecho. Porque posiblemente la multinacional estadounidense hubiese querido aprovechar la debilidad azulgrana para hacerse con un porcentaje de BLM, la joya de la corona que la anterior junta directiva, cosas bien también hicieron, logró para el club en su totalidad. Haber mantenido la cabeza fría en estos últimos días ha sido de lo mejor de este verano en Can Barça.