El (buen) final de las vacas sagradas

De forma indolora, que es lo más importante, y casi sin darnos cuenta, las llamadas vacas sagradas del Barça han decidido marcharse sin crear problemas al club, en lo que representa un ejercicio de barcelonismo que se les ha de agradecer.

Es muy difícil salir bien, ya no solo de un club de fútbol, sino de cualquier institución o empresa cuando se ha sido persona relevante, por momentos imprescindible, que ha contribuido de forma decisiva a su crecimiento y éxito. Mucho más en el fútbol, donde la pasión lo hace todo más irracional. De entrada, vacas sagradas ya es un término peyorativo, pues incide en la supuesta maldad del poder absoluto de un empleado sobre quien debe ostentarlo, entrenador y presidente, básicamente.

La paradoja es que los futbolistas, antes que vacas sagradas son ídolos que van adquiriendo su status de intocables a medida que los directivos y los entrenadores se achantan ante el miedo a una reacción que levante a las masas en su contra. Así acumulan poder y dinero. Y, al revés, pasan del amor al odio cuando el equipo no gana y se les ve como un obstáculo para el cambio.

LA MEJOR SALIDA

Una máxima en este asunto es que solo serán vacas sagradas los mejores futbolistas de los mejores clubs, aquellos en los que el impacto de las actuaciones de unos y otros sea paralizante. Como comprenderán, el Barça es un club totalmente expuesto al fenómeno y el desmantelamiento del mejor equipo de la historia no podía ser la excepción.

En los últimos años, la relación se había hecho insostenible, agravada por la ruina económica del club y los contratos multimillonarios que el ex presidente Bartomeu les firmó. Ha habido episodios de gran tensión pero, a diferencia de otros momentos históricos, puede decirse que todo ha acabado razonablemente bien. Alba se va un año antes de finalizar contrato y perdonando mucho dinero, Busquets no renueva de forma voluntaria y Piqué, el caso más complicado, se retiró como un señor el pasado mes de noviembre. Ha ganado el club y ellos han sabido elegir una salida digna a la altura de su gran trayectoria en el Barça.

La clave: Piqué, Busquets y Alba han sabido elegir una salida a la altura de su gran carrera