Fórmula 1

Al borde de un ataque de nervios en Abu Dhabi

Hamilton y Rosberg en plena guerra de nervios

Hamilton y Rosberg en plena guerra de nervios / sport

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Lewis Hamilton demostró en Abu Dhabi que además de ser un extraordinario piloto tiene una capacidad para gestionar las carreras que casi nos lleva a un ataque de nervios. Sabía que para ganar el título tenía que ponerse delante y ralentizar la carrera y así lo hizo, con suma inteligencia, llevando a Nico Rosberg a los pies de los caballos. El final del gran premio fue  especialmente estresante, con Vettel y Verstappen al acecho del alemán. Un broche de oro a una temporada apasionante.

“Lewis, aprieta”, “Lewis, aumenta el ritmo”... El equipo le pedía a Hamilton que acelerara para sacar de problemas a Rosberg. Paradógicamente, cuantos más problemas tenía Nico mejor para él. Una y otra vez, el grado de exigencia cada vez era mayor. No les hizo caso. Saltaban chispas en la radio de Mercedes. “O acelera o permiso para pasarle”, amenazaba Rosberg, con Vettel y Verstappen pisándole los talones. Qué vueltas, se hacía interminable.  Al final llegó la orden que no iba a cumplir ni oímos: “Si no puedes correr más, déjale pasarte”. La contestación fue rotunda: “Puede que no gane el título, pero esta carrera si que la voy a ganar”. Jugaba duro.

El fantasma de un encontronazo entre ambos pasó por mi mente. No llegó la sangre al río. Hamilton trató de desquiciar a Rosberg, presionándole a tope dentro y fuera de la pista. Tiene claro que para ganar vale todo.

Es de la estirpe de los grandes campeones que juegan al límite. No hay nada que reprocharle. Utilizó sus armas, aunque llegó a sacar de sus casillas a Nico. El desenlace, las vueltas previas al final de la carrera, han hecho que el éxito del alemán tuviera aún más mérito.