Bélgica da un toque de atención a España

Cuando un equipo juega sin tensión, los porcentajes acostumbran a ser bajos

Sin el concurso de Brown, y sus puntos, la selección es muy previsible

Brown, en acción ante Bélgica

Brown, en acción ante Bélgica / AFP

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Las dos victorias iniciales consecutivas, y el hecho de que este domingo jugaran un partido, provocó que la selección española saliera contra Bélgica muy poco concentrada. Y Bélgica sí que estaba por la labor. Sin grandes alardes, ni tampoco una férrea defensa, el equipo belga se hizo con el control del partido. Bélgica controló el rebote, en especial el ofensivo, y ante la pasividad española fue marcando distancias en el marcador

Cuando un equipo juega sin tensión, los porcentajes acostumbran a ser bajos. Es lo que le sucedió al conjunto de Scariolo, que se vio incapaz de anotar desde el perímetro. Además, de forma incomprensible perdió un sinfín de posesiones, y sin ningún tipo de ides en ataque acabó gastando los 24’’ en más de una ocasión. 

Las diferencias en el marcador, en el primer cuarto, no fueron mayores para los belgas debido a que no se trata de un conjunto de gran calidad. Pareció que en el segundo periodo, de la mano de Brizuela, la selección española iba a desatascar el duelo, pero, otra vez, la relajación hizo acto de presencia entre los de Scariolo. Brown no funcionó en estos primeros 20’, y los suyos lo notaron. Sin su concurso, y sus puntos, la selección es muy previsible y menos peligrosa.

LO QUE MAL EMPIEZA...

La reanudación, tres el descanso, no mostró un escenario mejor para los de Scariolo. Intentos de mejorar en defensa, alternativas zonales, algún triple esporádico y poca cosa más. Vimos muchos minutos con alternancias en el marcador, pero, al final, Bélgica siempre acabó siendo más compacta y con una mayor aportación ofensiva de sus jugadores. El equipo belga había anotado 32 punto al descanso. Y fue capaz de sumar 57 en los dos últimos periodos. Está todo dicho. La selección española fue incapaz de controlar el rebote defensivo, pero, sobre todo, de parar a piezas como Gillet, Bako, Obasohan y, en especial, a un inconmensurable Lecomte, que con 20 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias se merendó a todos los bases de la selección. Scariolo lo intentó todo. 

Buscó remontar con su cinco de gala, -Brown, López-Arostegui, Rudy y los hermanos Hernangómez. No le salió bien y buscó la solución con sus jóvenes jugadores. Pero, tampoco hubo manera. Un partido aciago que perdió la selección porque no acabó de tomarse en serio a una Bélgica mucho más ambiciosa. Un toque de atención del que deberán aprender, y rápido, todos los componentes del equipo español.