Opinión

Barça: Ya no valen excusas en Europa

Gündogan y Lewandowski, galardonados

Gündogan y Lewandowski, galardonados / Sport Bild

El Barcelona se clasificó durante seis campañas seguidas para las semifinales de la Liga de campeones, siendo un récord en dicha competición que colocaba al club azulgrana en la cima del fútbol europeo. Pocos le tosían durante esta etapa entre 2007-08 a 2012-13. El Barça era el terror de Europa no solo por los resultados sino también por su juego, que causaba admiración. La época dorada acabó y empezó una ligera decadencia pues en la 2019-20 fue eliminado en cuartos, la siguiente en octavos y la siguiente, la 2021-22, no pasó por primera vez la fase de grupos, algo que pocos recordaban.

El traspié que se repitió la campaña siguiente, la 2022-23, y eso quería decir una cosa: No se trataba de un accidente, sino que el equipo, el club estaba de mal en peor. Muchas decisiones erróneas llevaron a la entidad a tocar fondo y Europa se convirtió en un quebradero de cabeza, escenario de humillaciones históricas que perdurarán en el recuerdo colectivo. Ahora, Laporta lanza y lanza un mensaje optimismo, auspiciado por la conquista de la última Liga, pero la prueba del algodón es Europa, donde realmente el Barça se juega el dinero y el prestigio. Hacer algo grande en Europa sí sería una palanca definitiva sin necesidad de hipotecar, como ahora, parte del patrimonio de la entidad. El reto del Barcelona es mayúsculo porque se han fichado cracks que deben permitir al equipo dar este salto de calidad que se espera.

Bonmatí, reivindicativa

El sorteo de la Champions sirvió para premiar la sensacional temporada de Aitana Bonmatí, clave en los éxitos del Barcelona y también de la selección española. Aitana fue valiente en su aparición ante las cámaras, reivindicó el papel de la mujer en la sociedad y en el deporte y defendió a sus compañeras de la selección. Aitana, al igual que Alexia en la entrega del Balón de Oro, estuvo soberbia en sus explicaciones, aprovechando los micrófonos para dar a conocer a todo el mundo lo que ha pasado con Rubiales en la celebración del título de campeonas del mundo. Aitana demostró que no solo es un crack dentro del terreno de juego sino que no se arruga en absoluto cuando los focos la apuntan.