El Barça no tuvo piedad del Baskonia

Sertaç Sanli anotó dos triples de tres intentos

Sertaç Sanli anotó dos triples de tres intentos / JAVI FERRÁNDIZ

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

UN PASEO MUY TRABAJADO

El Baskonia llegaba al Palau con la etiqueta de equipo desmembrado y con escasa capacidad de lucha y sacrificio. La baja de última hora de Higgins igualaba algo las fuerzas, y la posible relajación de los blaugranas daba al choque un toque de incertidumbre inquietante. Los de Ivanovic salieron muy mentalizados, con un Enoch estelar, y suerte tuvo el Barça de contar con un acertado Mirotic para mantenerse a flote. La igualdad duró un suspiro. Con el 10-10, poca defensa e intercambio de canastas, se acabó el partido. Los anfitriones no estaban para bromas. Después de dos derrotas seguidas ante el Maccabi y el Armani, urgía la reacción. El Barça se transformó en un grupo insaciable en defensa, sediento de velocidad en sus contrataques, y voraz a la hora de anotar, en especial desde la línea de tres.

A un descomunal Mirotic, se sumó la soberbia actuación del incansable Davies y la necesidad de reivindicarse de Laprovittola. El Palau disfrutó de lo lindo. De hecho, en estos momentos, hay una inmejorable conexión entre el público y su equipo. Los seguidores saben que venir al Blaugrana es, más allá de ganar o perder, sinónimo de lucha, implicación y jugadas espectaculares. Saras ha sabido tocar la tecla clave para que sus jugadores entiendan que para ganar es necesario sacrificarse. Además, el técnico reconoce abiertamente que el club está obligado a obtener la Euroliga. Es un título deseado, últimamente les es esquivo, que ya es hora de que recale en el Palau.

UNA SOMBRA DE LO QUE FUE

Caída en picado. El Baskonia es un equipo roto. En todas sus líneas. Seguro que Querejeta tomará medidas tras constatar la lamentable imagen que están dando los suyos esta temporada. Ante el Barça sufrió una gran humillación que sólo pudo ser mayor si los blaugranas se hubieran tomado en serio el último cuarto. Un histórico como el Baskonia se merece algo mejor. No obstante, esta debilidad de los baskonistas le sirvió a Saras para repartir minutos entre los suyos, y dar a Caicedo la oportunidad de transformar su primera, y que serán muchas más, canasta en la Euroliga. También destacó un Sanli que abrió el campo con dos triples anotados, tiró más de dos que de tres, y además repartió cuatro asistencias, las mismas que Davies.

Una victoria colectiva que regenera los ánimos de los jugadores para afrontar nuevos retos exigentes. Por ejemplo, en menos de una semana, el Barça jugará en el Palau ante el Valencia y el CSKA, y viajará a Villeurbanne para enfrentarse a una de las gratas sorpresas de la competición europea. Casi sin tiempo para descansar, entrenar o recuperar lesionados, los blaugranas deberán echar mano de una gran mentalidad competitiva para salir airosos del envite.