Barça Media, el mejor o peor fichaje de Laporta

El presidente del Barcelona, Joan Laporta.

El presidente del Barcelona, Joan Laporta. / JORDI COTRINA

Marc Menchén

Marc Menchén

Las startups son un melón sobre los que muy pocos suelen acertar siempre. Las compras y unas salen bien, otras regular y otras mal. Y a fecha de hoy nadie puede decir qué será Barça Media, después de un año en el que parece que el proyecto ha transitado por los tres escenarios.

El riesgo es alto, para quienes ya han puesto algo de dinero, pero también para un FC Barcelona que ha hecho un all-in contable con esta operación para cuadrar las cuentas de 2022-2023 e intentar mejorar la foto de 2023-2024.

Por partes. La junta de Joan Laporta llegó a un acuerdo inicial con Orpheus Media y Socios.com, por el que cada parte compraba un 24,5% a cambio de 100 millones de euros. De ese importe, el club cobró 20 millones en total el año pasado, otros 20 millones este verano y los otros 160 millones está intentando garantizarse su ingreso con un acuerdo a múltiples bandas y nuevos inversores: por un lado, el fondo Libero, que incumplió su compromiso de pagar 40 millones antes del 28 de agosto y ha logrado una demora para hacerlo antes de que acabe el año; por el otro, un inversor radicado en Chipre que, a esos 20 millones pagados en agosto añadirá 60 millones entre 2024 y 2025, al igual que Socios.com con los 50 millones que le quedaría ahora por abonar.

Cobrado o no, la junta de Joan Laporta usó los contratos firmados para darse ese ingreso de 200 millones de euros en 2022-2023. Y, en un movimiento arriesgado, pero dentro de lo que permite la norma contable, se ha dado otro ingreso de 208 millones por la valoración del 51% que retiene de su brazo digital audiovisual. Y aquí es donde pueden venir los problemas.

A la duda razonable sobre si los 160 millones se pagarán visto lo que está pasando, hay que tener presente que esos 208 millones no es dinero que vaya a entrar en las cuentas bancarias del club. Es un arreglo puramente contable que tanto suma, como puede restar si la operación de Barça Media no sigue adelante. Y el pinchazo del mercado de los NFT y la saturación de oferta de contenidos audiovisuales no ayuda.

Toda renegociación o impagos con los inversores puede derivar en una nueva valoración a la baja, y eso exigirá a Laporta -o a los siguientes presidentes- anotarse como pérdida lo que un día salvó las cuentas.

De ahí que conseguir que Barça Media ya no es que sea una necesidad reputacional después de todo el ruido mediático y gestiones hechas, sino también económica. Cualquier modificación a la baja exigirá un gasto extraordinario que las cuentas del club hoy no pueden soportar, ya tensionadas con previsiones de ingresos “exigentes” -optimistas- y una reducción del gasto que siempre se queda por debajo del objetivo.

Las amistades empresariales del deporte español

Hay un elenco de atletas españoles que en las últimas dos décadas se han ganado un sitio en la historia del deporte nacional. Una generación de oro que ahora, cuando su carrera no pasa por las pistas, está encontrando sus propios espacios para continuar dejando huella en esta industria.

Además, en muchas ocasiones aunando esfuerzos, como hemos podido ver en los últimos días en los casos de Pau Gasol e Iker Casillas, dos embajadores que llevan años apostando fuerte por el desarrollo del ecosistema sportstech.

La apuesta es seria, pues los dos deportistas y el programa de innovación de Telefónica han comprometido hasta un millón de euros para acelerar aquellas empresas innovadoras con proyectos atractivos en los ámbitos del deporte, la salud y el bienestar. Y lo hacen de manera consistente, pues ambos cuentan con sus propios vehículos de inversión para invertir y acelerar estas empresas. Y, lo más importante, con dos equipos solventes detrás para ejecutar.

Y, si de ellos en su prime deportivo exigíamos que fueran ejemplo para las futuras generaciones, creo que es importante que se visibilicen este tipo de carreras off the pitch para que el papel del atleta en el desarrollo del sector sea aún más relevante del que lo puede ser hoy.