Opinión | FC Barcelona

El Barça de Flick no se aparta del modelo, lo exalta

Hansi Flick saluda a Alejandro Balde tras el triunfo del barça sobre el Real Valladolid

Hansi Flick saluda a Alejandro Balde tras el triunfo del barça sobre el Real Valladolid / JAVIER FERRÁNDIZ

Definir el ADN Barça es más simple de lo que solemos pensar. El estilo de juego Barça pasa por dominar los partidos y atacar con la intención de someter al rival y darle escasas opciones ofensivas. El estilo Barça consiste en tener al balón como el eje del juego e instalarse en el campo del equipo contrario. Se trata de intentar ganar con un juego asociativo en el que no cabe la especulación. El modelo del FC Barcelona se basa en 'las tres pes': posesión, posición y presión.

El partido del Barça contra el Valladolid es la exaltación de este ADN Barça. El equipo dominió, estuvo bien situado, generó, creó y llegó en numerosas ocasiones al área del rival y lo sometió con un fútbol asociativo, ambicioso y con una fuerte presión para ahogar la salida de los visitantes.

Creer que el ADN Barça es pasarse el balón con parsimonia, un 'tiki-taka' sin ritmo ni verticalidad es no entender nada. Renunciar al estilo Barça sería encerrarse atrás y buscar el gol en base al error del rival o especular a partir de un resultado favorable.

Otra manera de renunciar al estilo Barça sería atacar de manera directa a base de balones largos y buscar la segunda jugada. Nada de eso es lo que propone Flick. Este Barça ni juega 4-2-3-1 ni ha renunciado a su modelo. Su fútbol es alegre, vistoso, vertical y ofensivo y no solo ha aparcado el ADN Barça, este Barça lo ha exaltado.

Los detractores del ADN Barça tendrán que esperar para enterrar el modelo que ha hecho grande al Barça. No siempre lo aplicarás bien ni te aportará resultados positivos pero cuando el Barça ha ganado es cuando ha sido más fiel a los principios de un fútbol que requiere de jugadores técnicos y de un cuerpo técnico que entienda la idea. El Barça va por el buen camino.