El Barça entró en el juego de Bordalás

Getafe - Barcelona

Getafe - Barcelona

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Vaya partiditoComenzar la Liga ante el Getafe es un auténtico suplicio porque sabes lo que te vas a encontrar. A estas alturas de temporada, cuando el calor aprieta y el físico da lo justo, enfrentarte a la intensidad desmedida de un equipo que va al límite del reglamento es complicado.

Es cierto que el Barça estuvo espeso de inicio, pero recibió palos contínuos ante la permisividad del colegiado. Tantos, que varios jugadores acabaron desquiciados. No será la primera ni la última vez que eso sucede ante el Getafe, pero es una historia que comienza a cansar. Ver los golpes contínuos a Lewandowski o las faltas técnicas sin amonestar causa impotencia. Y de esa impotencia nació la tarjeta roja indefendible de Raphinha. Por mucho que te peguen, por mucho que te provoquen, nunca uno puede tomarse la justicia por su mano. Y el brasileño cometió un error que acabó penalizando mucho. 

El partido fue tan trabado, tan accidentado que hasta Xavi acabó expulsado por protestar en un ambiente antipático y crispado para el fútbol. Ver como a Damián le enseñaban una tarjeta amarilla en el minuto 82 es algo malo y frustrante para el fútbol.

Y, encima, tener que comprobar como el árbitro no se atreve a pitar un claro penalti a Araujo en el tiempo de descuento es para rematar la faena. Fue un encuentro que el Getafe y Bordalás supieron a llevar a su terreno. El Barça estaba avisado pero volvió a caer en la trampa.

Hubo notas positivas en el encuentro como la apuesta ambiciosa de Xavi, los cambios valientes en una apuesta por los jóvenes y la seguridad defensiva del equipo, que como el año pasado, estuvo impecable.

Al Barça le tocará remar porque si hay una cosa que falta es el gol. Y eso es lo que debería solventar Xavi y el área deportiva en los últimos días de mercado. El equipo blaugrana necesita jugadores arriba diferenciales. Se notó muchísimo la ausencia de Dembélé, el jugador que más marcaba diferencias cuando las cosas están trabadas y el club debe encontrarle un recambio de garantías.

Ir con los jóvenes está bien, pero esto ya se ha puesto serio y el Barça no puede perder más puntos. Las Ligas se ganan en campos como el del Getafe, dónde hay que bajar al barro.