Opinión

El Barça comienza la Liga mejor en el campo que en los despachos

Lamine Yamal se saluda con Hansi Flick

Lamine Yamal se saluda con Hansi Flick / Javi Ferrándiz

Dos victorias y seis puntos. No se puede pedir mas a un equipo con nuevo entrenador y con la plantilla sin cerrar. El Barça ha comenzado la Liga mejor en el campo que en los despachos. Los jugadores están salvando los muebles mientras que a los ejecutivos se les acumulan los problemas. La fuerza y la ilusión de los jóvenes, sumado a la eficacia de Lewandowski, han bastado para arrancar con buen pie aunque el juego deje mucho que desear. No hay que pedir milagros a Flick con la situación que se ha encontrado, esperaba fichajes que no han llegado.

Faltan seis días para que termine la ventana de fichajes, hay demasiado trabajo atrasado y muchos deberes sin hacer. La inesperada marcha de Gundogan, no sirvió para que la Liga inscribiera a Olmo que se quedó decepcionado con cara triste en la grada. Todo se aguanta sobre la base de La Masia. A falta de dinero para fichar a los jugadores deseados, hay que echar mano de Balde, Cubarsí, Bernal, Lamine y Fermín que tienen una madurez y rendimiento excepcional por su juventud. La situación financiera del club es tan acuciante que hay que ser realistas, se debe luchar por todo pero sin poder exigir peras al olmo. Se ha vendido tanta ilusión sin fundamento que los socios están cansados de promesas.

Ganar al Athletic en estas circunstancias tiene mérito por dos razones. El equipo está en periodo de crecimiento y hay bajas importantes que en el futuro aumentarán el potencial. Los culés son conscientes de que no será una temporada fácil, ya que se arrastran unos problemas económicos que parecen no tener solución. Por tercer verano consecutivo estamos igual, peleando con la Liga para la inscripción de jugadores y sin poder conseguir el dinero necesario para estabilizar la economía. Las cuentas de la pasada campaña están sin cerrar y la asamblea de octubre se vislumbra caliente.

Al socio del Barça hay que contarle la verdad, es hora de que Laporta explique la realidad más allá de los deseos. Si recuperamos en la hemeroteca sus últimas declaraciones, nos encontraremos que muy pocas de sus promesas se han cumplido. Flick es un entrenador de club que acepta todo lo que le echen, pero en septiembre llegará el momento de exigir cuentas a Deco por su mala gestión deportiva. Lo de Vito Roque clama al cielo. La precipitada salida de Gundogan es un ejemplo de improvisación. De los seis jugadores incorporados hace un año, solo continua uno, Iñigo Martinez. Una mala planificación deportiva con la agravante de que las salidas de Roque, Gundogan, Cancelo, Joao Feliz y Oriol Romeu no han dejado ni un euro en traspasos.

Resumiendo, a los culés ahora solo les ilusiona la explosión de Lamine, el progreso de los jóvenes de la cantera, la seriedad de Flick y volver pronto al Camp Nou.