El Barça solo aguantó veinte minutos

Kalinic, en una acción del clásico

Kalinic, en una acción del clásico / FCB

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Esperaba un partido más igualado. Los dos primeros cuartos, a tumba abierta por parte de ambos conjuntos, presagiaban un duelo intenso y muy incierto. El Barça, en estos primeros 20’, se encomendó a un Laprovittola excelso, que se multiplicó en ataque y que marcó el camino a seguir a sus compañeros. No obstante, los blaugranas perdieron muchas posesiones que supo aprovechar el Madrid en rápidas transiciones.

También los de Roger Grimau buscaron la velocidad y la línea de tres. Pero, los blancos se mostraban más solventes en el rebote y tuvieron un mayor equilibrio anotador en diferentes jugadores. Buenos minutos de Da Silva, un todoterreno, pero piezas como Satoransky, Vesely, muchos errores en el tiro, o Willy estuvieron desacertados y con dificultades para entrar en una buena dinámica de juego. La pareja Deck-Tavares dominó la pintura, logrando muchas canastas cercanas al aro. Todo quedaba abierto para que el Barça mostrara un mejor juego colectivo tras el descanso. El Madrid no se había mostrado contundente en los momentos de debilidad blaugranas.

DEMASIADAS CANASTAS FACILES

El triple de Laprovittola, primera jugada tras el descanso, fue un espejismo. El Madrid se impuso físicamente a un Barça incapaz de mantener el ritmo y la dureza del rival. Vesely continuaba fallando los balones doblados que le daban, Willy recibió un par de tapones de Tavares, el Barça permitía un sinfín de penetraciones y canastas fáciles sin hacer falta, y el equipo empezó a desmoronarse. Campazzo se erigió en el líder del Madrid y encadenó unas cuantas entradas a canasta sin oposición. Por parte blaugrana no hubo respuesta en forma de contundencia o agresividad. Los triples no llegaron, los de los dos últimos minutos no cuentan, y los blaugranas acabaron el partido anotando tan solo 13 canastas de dos. Cierto que Tavares intimida mucho, pero no hasta este punto. Hay mucho que mejorar. En especial, es fundamental saber competir. No puede llegar el Barça al tramo final del encuentro sin posibilidades de victoria. Sin duda, jugadores como Willy o Parker deben asumir un rol más determinante. Son esenciales para plantar cara a rivales exigentes como lo es el Madrid. Pero, en general, es todo el equipo el que debe ser más físico y contundente. Nadie regala nada, y menos en los partidos de la Euroliga que se avecinan.

EL MADRID BUSCO CON MAYOR AMBICION LA VICTORIA

CAMPAZZO REVOLUCIONO EL PARTIDO

El base argentino volvió a demostrar su carácter y ganas de ganar. Apareció tras el descanso con una serie de entradas que desarbolaron la defensa blaugrana y, además, transmitieron mucha fuerza a sus compañeros.

EL BARÇA NO SUPO JUGAR AL RITMO DEL MADRID

Los blaugranas fueron superados por intensidad y juego colectivo. Para poder competir con rivales de nivel, lo primero que hay que hacer es igualar, como mínimo, su juego físico. El Barça no fue capaz de lograrlo.