El Balón de Oro de la vergüenza

Messi no está entre los tres finalistas

Messi no está entre los tres finalistas / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Vicente del Bosque es madridista. Muy madridista. Y, por lo tanto, no es dudoso. Ni cuestionable. Además, llevó a la selección española a ganar una Eurocopa y un Mundial. Es decir, un ejemplo. Para la caverna mediática, me refiero. Por eso a unos cuantos se les habrán revuelto las tripas al oir al venerable técnico cuestionando el podio del Balón de Oro en los micrófonos de Manu Carreño. En el epicentro del madridismo, el ex técnico aseguró que no entendía como Messi no estaba entre los tres finalistas al premio al (supuestamente) mejor futbolista del año. "Me parece que pierde todo el valor si no está él", confesó Del Bosque ante el carraspeo de alguno de los presentes en la entrevista y de muchos (la mayoría) de los oyentes. Del Bosque dijo lo que dijo sabiendo que en ese podio están nada más y nada menos que Modric y Cristiano Ronaldo, dos emblemas (el segundo ya repudiado) del actual madridismo. Y lo dijo porque es un tipo inteligente y normal, que entiende mucho de fútbol y que no se deja llevar por filias ni fobias. 

EL PRESTIGIO, POR LA ALCANTARILLA

Del Bosque dijo lo que toda persona con sentido común piensa: ¿Cómo puede ser que el mejor jugador del mundo (y de la historia) no esté entre los tres finalistas de un premio que reconoce, precisamente, al mejor? Es tan grande el error que los organizadores del Balón de Oro deberían recapacitar mucho si no quieren que el prestigio de su galardón se escurra por las alcantarillas de la vergüenza. El lunes, cuando se entregue el premio en París, más de uno (y de dos) se pondrá rojo...