La asignatura pendiente de Valverde es dar más salida a la cantera

Ernesto Valverde, entrenador del FC Barcelona

Ernesto Valverde, entrenador del FC Barcelona / Valentí Enrich

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Vaya por delante que sería injusto reprocharle algo. Exigirle más. Sus resultados están por encima de todas las expectativas. Llegó al Camp Nou en un momento complicado y su trayectoria hasta el momento es intachable, sencillamente inmejorable. Valverde puede estar orgulloso de su trabajo. Mejora el rendimiento de Luis Enrique, está al nivel de Guardiola. Pero buscando la perfección que no existe pero a la que siempre se debe aspirar, podríamos encontrar un pero a su labor, el escaso protagonismo de los jugadores de la cantera.

La cantera es la asignatura pendiente del técnico vasco. No es una prueba exigible para este curso donde nadie le va a pedir milagros mas allá de ganar cuantos más títulos, mejor. Es un objetivo de cara a la próxima temporada, aunque también hay que reconocer que  es evidente que la cantera barcelonista por lo que se refiere al último paso, no es lo que era, falla más de la cuenta. El Barça B ha dejado de ser el trampolín soñado, la prioridad parece que es salvar la categoría por encima de preparar promesas para el primer equipo. El nivel de exigencia del Camp Nou es tan brutal, que cada temporada es mas difícil encontrar jugadores que puedan dar el salto con éxito. Condenarlos al banquillo de los reservas puede ser un castigo que trunque su carrera. Valverde tiene claro que no tiene nada que ver promocionar jóvenes para debutar en San Mamés, con conseguir que un canterano se gane la titularidad en el Camp Nou. 

El caso de Aleñá es demostrativo de esta problemática. Es un chaval con buena planta, excelente técnica, mucha ambición y espíritu de sacrificio. Sueña con imitar un día la trayectoria de Busquets o de ganarse una oportunidad como Sergi Roberto. Tiene 20 años, juega de centrocampista en el B, se entrena de vez en cuando con los grandes, ha disputado minutos en la Copa pero su aparición en Liga ha sido menor de lo esperado, con cuentagotas. Ha podido fichar por algún club de la Premier pero ha preferido quedarse en casa, esperar su momento para aprovechar las oportunidades que se le presenten. Sobre el papel es el canterano que tiene más posibilidades de merecer la confianza de Valverde, pero no será esta campaña y tendrá que ganarse un puesto en el stage del próximo verano.

Tal como se ha puesto el mercado, con precios desorbitados por cualquier medianía, el Barça debe apostar por la cantera para tener fondo de armario en la plantilla. Se ha demostrado que es un error salir a fichar a Denis Suárez, André Gomes o Arda Turan, mejor promocionar a los buenos de la casa. Lo mismo vale para el caso de Digne, laterales de este nivel los hay en la cantera si tienen oportunidad de demostrarlo. Valverde de cara al próximo curso tiene que hacer un esfuerzo para subir uno o dos canteranos al primer equipo, es parte de la filosofía blaugrana que los socios no quieren que se pierda. El gran trabajo que se realiza en el fútbol base no tiene sentido ni es rentable si al final no se recogen los frutos esperados en el Camp Nou. Hay que repensar el trabajo de La Masia, concretamente el último paso. 

Hace demasiado tiempo que ningún canterano sube al primer equipo.