Los árbitros deberían dar la cara tras el escándalo del VAR

Es inadmisible que quien acabe pitando está en la sala de televisión

O unifican criterios o el VAR no sirve como herramienta

Vinicius aseguró que su gol ante el Almería no fue con el brazo, sino con el hombro

Vinicius aseguró que su gol ante el Almería no fue con el brazo, sino con el hombro / EFE

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El escándalo del Bernabéu, tal vez, sirva para alguna cosa más que para que el Madrid sumara tres puntos que pueden resultar decisivos en la lucha por el campeonato. La calamitosa actuación de los colegiados, sobre todo aquellos que rearbitraban desde la televisión, pone absolutamente en entredicho una herramienta que llegaba para mejorar la calidad arbitral y, sobre todo, para impartir mucha más justicia sobre el terreno de juego.

Por lo que se ha podido escuchar hasta ahora, parece bastante claro que muchas decisiones se toman desde la sala VOR condicionando y corrigiendo lo que el propio colegiado ha interpretado sobre el terreno de juego. Y eso no puede ser. Porque muchas acciones son interpretativas y algunas son tan poco claras, incluso tras ser revisadas por las cámaras, que debería prevalecer el criterio de quien ha tomado la primera decisión. En el Bernabéu quedó claro que quien pitó no estaba en el campo.  

Es curioso que se haya montado un escándalo con la filtración de ciertos audios que no se ofrecieron a la opinión pública. Comentarios que aclaran muchas cosas y que obligan a cambiar el sistema y el método de implementación del VAR. Más que buscar filtradores, lo que debería hacer la Federación y los árbitros es dar la cara y explicar claramente la mecánica de todo este asunto. Porque es grave y porque afecta directamente al resultado final de la competición. 

Lo de Madrid ya no se puede subsanar, pero otros equipos en el pasado han sido gravemente perjudicados por la mala actuación del VAR con resultados absolutamente catastróficos como lo que le sucedió al Espanyol en dos decisiones fatídicas que le condenaron al descenso. Sí, todo fue un escándalo, pero el lío que verdaderamente deben solucionar es cómo unificar criterios para que esto no vuelva a suceder. Cuesta mucho ganar los puntos y nada perderlos y el VAR lo que debería evitar es que fluctuasen de forma injusta. Muchos se acuerdan del Madrid y pocos de un Almería que se juega la vida cada semana y al que han hundido.  

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