Araujo salva a un preocupante Barça

Gol de Araujo ante la Real Sociedad

Gol de Araujo ante la Real Sociedad / Javi Ferrándiz

Joan Vehils

Joan Vehils

La primera parte del Barça fue de las peores desde que Xavi dirige este equipo. Un desastre absoluto que debería hacer saltar todas las alarmas. Resultado al margen, hay que analizar en profundidad lo sucedido.

Nadie reconoció al Barça de la segunda parte del clásico y nadie sabe a qué jugó el Barça en el Reale Arena. Son muchos minutos sin jugar a nada como para no preocuparse. Ya no es cuestión de hacer el ridículo durante uno o dos encuentros, el problema es que jugando así y compitiendo a ratos, difícilmente se lograran los objetivos deseados.

A partir de aquí, hay que analizar si los jugadores no entienden el mensaje de Xavi o es que este no sabe transmitirlos. Nadie puede discutir que hay equipo y futbolistas contrastados como para jugar mucho mejor de lo que lo está haciendo. Nadie puede dudar, tampoco, que Xavi tiene conocimientos sobrados para entrenar. Sin embargo, la imagen que transmitió este equipo es seriamente inquietante.

Es verdad que al final el Barça ganó un partido que tenía que haber perdido, pero cuando hay futbolistas como Araujo todo es posible. El mejor fue Ter Stegen, pero el uruguayo demostró tener un pundonor muy superior a la mayor parte de sus compañeros de equipo. En esta ocasión el corazón se impuso al buen juego. El Barça estuvo a dos minutos de situarse a seis puntos del líder, el Girona, pero acabó con tres puntos en el bolsillo y en tercera posición.

Sin duda, lo ocurrido ayer demuestra la grandeza del fútbol. Jugaron fatal y acabaron ganando. Araujo evitó el ridículo, pero Xavi tiene trabajo. Mucho trabajo.

Exhibición del Girona

Todo lo que no sucedió en Anoeta, ocurrió en Pamplona. El Girona realizó una exhibición de juego y acabó ganando. Cuando un equipo juega bien siempre tiene más opciones de ganar. El Girona sabe a lo que juega y pese a que Osasuna le remontó el gol inicial acabó imponiéndose con claridad. Los de Michel siguen primeros y soñando.