Aprobado justito para los suplentes
Hasta siete suplentes habituales (si contamos a Vermaelen) alineó Valverde contra el Celta. Más un futbolista del Barça B, Arnaiz. Demasiados cambios en un equipo huérfano de sus principales estrellas (Messi, Luis Suárez e Iniesta se quedaron descansando en Barcelona y Ter Stegen, Sergi Roberto, Jordi Alba y Rakitic se sentaron en el banquillo, junto a Dembélé). Tantas rotaciones se notaron. Lógicamente. Pero la Copa ya está para esto: para dar minutos a los que no juegan ni en la Liga ni en la Champions.
Estos no habituales (Cillessen, Semedo, Digne, André Gomes, Denis Suárez y Aleix Vidal) cumplieron. Simplemente. Ante un Celta que puso toda su artillería arrancaron un empate que es un buen resultado para la Copa y que permite mantener la racha de imbatibilidad del conjunto blaugrana. Lograron un aprobado justito. Con alguna nota destacada, como Arnaiz. El delantero del filial ya lleva tres tantos con el primer equipo, demostrando su olfato goleador. Peleó, buscó su espacio y evidenció que es una buena alternativa para Valverde.
Ninguno de los suplentes sorprendió con su rendimiento. No se puede esperar mucho más de ellos. Por eso el Barça necesita buenos refuerzos. El primero, de hecho, llegó este mismo jueves en Balaídos. Fue el 'redebut' de Dembélé. El fichaje más caro (hasta que se confirme el de Coutinho) de la historia blaugrana. El delantero francés dispuso apenas de 20 minutos para exhibirse. Demasiado poco tiempo después de cuatro meses lesionado. Pero no hay prisa. Su regreso debe llegar en cuentagotas. La paciencia será su mejor aliada.
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