Ancelotti se autoinculpa del desastre blanco en la Liga

Su tan celebrada gestión de vestuario ha resultado ser un desastre en el torneo de la regularidad

Como el City eche al Madrid de la Champions, el italiano puede ir haciendo las maletas

Ancelotti, en Girona

Ancelotti, en Girona

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Carlo Ancelotti sorprendió con su discurso en la previa del Girona. Aseguró que la diferencia de puntos que llevaba el Barça al Madrid no reflejaba la calidad y el nivel de los dos equipos. Se refirió a los duelos directos para argumentar que los blancos no merecían estar a tanta distancia. Y viendo las plantillas, tal vez, sea cierto, pero eso hace aún más escandalosa su gestión de vestuario. El Barça se puede poner hoy a 14 puntos del Madrid, lo que define la pésima temporada de los blancos en la Liga. Un desastre.

Ancelotti se autoinculpó en Girona y, quizás, comenzó a cavar su propia tumba a final de temporada. Porque el entrenador tiene la obligación de motivar a sus futbolistas, mantener la tensión y, a estas alturas de temporada, intentar no tener tantas bajas por lesión. Los blancos salieron en Montilivi a cumplir el trámite y pasando absolutamente de la Liga. Un pasotismo defensivo que acabó en sofoco en el peor partido de la temporada. Mal asunto si Ancelotti prepara así el final de temporada con las semifinales de Champions y la final de Copa a la vuelta de la esquina.

El Madrid lo ha hecho rematadamente mal desde el Clásico de Liga en el Bernabéu. Y los números de Ancelotti son auténticamente de cese. Una destitución de la que se viene hablando en la capital desde hace meses porque hay la sensación de que su ciclo se ha acabado. El entrenador italiano se ha encomendado al milagro que suelen hace los blancos anualmente en la Champions, pero la Virgen no se aparece siempre y a Florentino Pérez se le suele acabar la paciencia con esperpentos como el vivido en Montilivi.

Ancelotti está en manos de Pep Guardiola. Así de claro. La Copa no le va a salvar. Ni a él, ni a algunos jugadores que desean renovar. Porque algunos quedaron retratados sobre el césped demostrando que este Madrid necesita una renovación que solo se ha ido aplazando por sus éxitos europeos. El Madrid de Ancelotti ha tirado la Liga y el Barça de Xavi la ha ganado. Sí que hay diferencia. Y la hay entre un banquillo que ha apretado hasta el final para no fallar y otro que ha pasado de todo. El Girona, un gran Girona, le sacó los colores...y lo peor aún puede estar por llegar.