La ambición lleva a España a los cuartos

Lorenzo Brown

Lorenzo Brown / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

De infarto. Cualquiera de los dos conjuntos podría haberse llevado el duelo en el tiempo reglamentario. Pero, creo que fue justo que todo se decidiera en 5’ de inigualable tensión. Y aquí apareció un Brown que, todo y haber hecho un buen partido, dejó sus mejores argumentos para el final. Mientras que a Lituania le quemaba la pelota en las manos, Brown la quería para él solito.

Un recital de 2x2 del jugador americano y, sobre todo, una personalidad espeluznante se confabularon para que la selección española se metiera en los cuartos del europeo. Un triunfo inapelable ya que los de Scariolo fueron más valientes y creyeron en todo momento, hasta en los minutos más complejos, que podían llevarse el partido. Puede que, hombre por hombre, los lituanos tengan más calidad.

Pero la ambición y agresividad suma, y mucho, en situaciones límite. Y los de Scariolo emergieron y mostraron su mejor imagen en el momento de la verdad. Un éxito que debe dar mucha confianza y moral a la selección.

LA DEFENSA FUE DETERMINANTE

Lituania es un equipo mucho más poderoso físicamente. Además, si les dejas hacer sus jugadores son capaces de desarrollar un básquet vistoso y efectivo. Ante esta teórica superioridad, la selección española se centró en mantener una defensa muy agresiva sobre el balón, buscando también anticiparse a cualquier intentó de sus rivales de dar balones a sus hombres altos. La estadística lituana de 20 balones perdidos lo dice absolutamente todo. También cabe destacar las alternativas defensivas que planteó el técnico español.

A veces utilizó la zona pero, en especial, hizo mucho daño a los lituanos la defensa mixta contra alguno de sus tiradores. En ocasiones, sobre todo en el tramo final del partido, el colapso de los lituanos fue monumental.

Mención especial para los hermanos Hernangómez, Díaz, y un Garuba muy activo y versátil, que volvió locos a sus defensores, más grandes, pero menos rápidos e intensos. Decepcionaron muchos jugadores lituanos. La pareja Jokubaitis-Lekavicius estuvieron bien durante muchos minutos, pero desaparecieron cuando sus compañeros más los necesitaron. Una victoria colectiva de la selección española.