Si alguien puede, es Laporta

Mateu Alemany y Joan Laporta

Mateu Alemany y Joan Laporta

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El Barça acaba de conquistar el título de Liga, el campeonato que marca realmente el nivel y la regularidad de un equipo durante toda una temporada. La Liga mide con más exactitud el éxito o el fracaso deportivo, en tanto en cuanto contempla más factores que ninguna otra competición.

En definitiva, más objetividad frente a la subjetividad de otras copas: menos partidos, fortuna en el sorteo de los rivales... El Barça ha sido el mejor equipo del fútbol español y eso, hace doce meses, era impensable viendo los obstáculos que el club, y por ende el equipo, tenía por delante.

De hecho, las dificultades venían de lejos, tantas y tan graves eran que desembocaron en una elecciones presidenciales de urgencia. Ganó Joan Laporta, con todos los pros y contras que tiene Joan Laporta y que los socios conocían perfectamente de su etapa anterior. Su mayor pro es la valentía, esa capacidad de rebeldía y resistencia innatas que le hacen perseguir sus objetivos y sus sueños hasta el final y sin desmayo. Es el "pit i collons" que tan bien le define.

A SU MANERA. Esta característica, sin embargo, le enfrenta con directivos, empleados e incluso amigos que piensan que les conduce hacia la deriva. Le pasó en su primera presidencia y le está pasando ahora. Se le fueron Giró y Reverter en el asunto de las pelas y ahora Mateu Alemany y Jordi Cruyff, en el de la pelota. Pero Laporta sigue y sigue en lo suyo, haciendo las cosas a su manera. Ya ha ganado la Liga, ha conseguido la pasta para el Espai, ha parado el golpe Negreira y ahora quiere a Messi.

Y pondrá a Deco, no lo duden. Primero se inventó las palancas, fichó a Lewandowski, están a punto de aprobarle su plan de viabilidad y tiene a Messi encaminado. Se podrán criticar sus formas y, por supuesto, pensar que su política es suicida, hay argumentos para todo. Pero lo que está claro es que cogió al club con el encefalograma plano y le ha dado vida y títulos. Visto lo visto, ha tenido suerte el club. O mejor dicho, acertaron los socios en las urnas. Para una situación insostenible, un presidente infinitamente valiente. Si alguien podía, y puede, es Laporta.

La clave: el club estaba con el encefalograma plano y ahora tiene otra Liga y aspira a recuperar a Messi.