Justin Herbert ilumina el camino para Chargers

Los Chargers no serán uno de los mejores equipos de la competición, y su mala suerte en forma de lesiones ha lastrado al conjunto durante toda la temporada.

Lo que está más que claro es que tienen en la posición de quarterback a uno de los jugadores más prometedores de toda la NFL, un chico llamado Justin Herbert, que está decidido en este último tramo de campaña a elevar el nivel de su franquicia a nuevos horizontes.

Según la estadística, el equipo de Los Ángeles ha sido el equipo más castigado por las lesiones en lo que llevamos de año. Nombres como los de JC Jackson, cornerback estrella que llegó de Patriots la pasada agencia libre, o Joey Bosa, ancla en el pass rush, se han perdido casi todos los partidos para la unidad defensiva, los dos buques insignia del equipo en esta parcela del campo.

Estas bajas junto a problemas físicos de otros como Joseph Day o Tranquill han sido un quebradero de cabeza para Chargers a lo largo de los partidos, en los que la defensiva era incapaz de detener los embates rivales por falta de talento.

Todos estos contratiempos han tenido un efecto claro en los números: Son la defensa número 25 en puntos encajados por partido, la 22 en touchdowns recibidos por encuentro y son la antepenúltima en yardas por jugada, con casi seis. 

Como no puede ser de otra manera, estos números tienen un efecto negativo en el rendimiento del equipo, y el ataque tenía la responsabilidad de contrarrestar los puntos encajados anotando mucho  en el marcador. El problema es que las lesiones también han lastrado la ofensiva californiana.

Keenan Allen y Mike Williams, los dos mejores receptores del equipo, se han perdido encuentros y han dejado sin sus mejores armas aéreas a Justin Herbert. Jalen Guyton, wide receiver de segunda fila, ¡se rompió los ligamentos en la semana 3.  El quarterback también se quedó sin uno de sus hombres favoritos en la línea ofensiva, Rashaun Slater, tackle izquierdo que sufrió un desgarro en su bíceps. 

A tres semanas para empezar los playoffs, la mejor noticia para Chargers es que han recuperado la mayor parte de efectivos en ataque, pero sin duda, es el rendimiento de Justin Herbert quién llena de esperanza e ilusión al combinado dirigido por Brandon Staley.

En su tercer año en la liga, el quarterback de la franquicia angelina ya nos ha dejado más que claro que posee el talento suficiente para estar en el olimpo de la NFL. Patrick Mahomes y Josh Allen son jugadoras más hechos y experimentados, pero Herbert cuenta con todas y cada una de las características para llevar a un equipo a lo más alto.

Tras su última actuación, Justin se convirtió en el primer jugador en la historia de la NFL en rebasar las 4000 yardas de pase en sus primeras tres temporadas en la liga. Pasó las 5000 en la pasada campaña, donde además lanzó 38 pases de touchdown, unas cifras que pertenecen a la más pura élite del futbol americano.

Esta temporada ha lastrado ciertamente el mal estado de forma al que su equipo se ha visto sometido en algún tramo de la temporada, pero sus números en yardas aéreas siguen siendo sobresalientes. Tan solo está por detrás de Mahomes (quien es más que seguro que acabe como el MVP) en yardas de pase con 4.019.

Es  el duodécimo quarterback en lanzamientos para touchdown con 21, pero mucho habría cambiado la cosa de contar con todas sus armas ofensivas en el ataque desde la primera semana de competición.

En los tres últimos partidos, Herbert ha dado exhibición tras exhibición en tomas de decisiones. Ha sobrepasado las 300 yardas de pase en cada uno de ellos, y pese a que los números de touchdown no son asombrosos, sí lo son algunos de sus lanzamientos. 

Herbert tiene un control magistral de todo lo que pasa a su alrededor. Una vez recibe el snap es capaz de cualquier invento en situaciones de pase. En cuanto recibe la presión rival, no le importa buscar espacio en el lateral y conectar lanzamientos en movimiento a las mil maravillas.

El jugador de tercer año encuentra a sus compañeros en ventanas muy pequeñas, donde cualquier error de precisión puede provocar la intercepción rival y cambiar el rumbo del partido. La realidad es que el coordinador ofensivo de Chargers, Joe Lombardi, se ha mostrado en algunos tramos de temporada incapaz de diseñar buenas jugadas para su pasador.

En ciertas ocasiones hemos visto a un Herbert limitado en sus lanzamientos, pasando demasiado a la zona corta-intermedia y sin poder soltar su brazo en la zona profunda, donde ya ha demostrado en más de una ocasión que es capaz de conectar con sus receptores y realizar big plays.

Lombardi parece estar más creativo en las pasadas jornadas, y esto ha tenido un efecto claro en su quarterback, al que vemos con más tiempo para pasar y dejando destellos de su grandeza. Herbert tiene un brazo élite y es el quinto quarterback en porcentaje de pases completados en lo que va de temporada, con 67.5.

Más allá de los números, lo que nos deja claro Justin es que es una máquina de hacer jugadas, y eso tiene una importancia vital en una NFL dominada por el pase, en donde las genialidades de los quarterbacks son clave para partidos de playoff, una postemporada donde las defensas se ajustan y a veces tan solo un "as bajo la manga" del mariscal de campo puede salvarte.

Los Angeles Chargers puede ser optimista para lo que resta de campaña y jugar playoffs, ya que sus siguientes partidos serán frente a tres franquicias con récord negativo: Colts, Rams y Broncos. Ahora mismo ocupan la segunda plaza de la AFC Oeste, una división en la que Kansas City Chiefs ya se ha proclamado campeón.

La baja de Jonathan Taylor en la ofensiva de Indianápolis le pondrá las cosas aun más faciles a unos Chargers que llegan al duelo con tres jugadores listados como cuestionables: Derwin James, Callahan y el tackle defensivo Sebastian Joseph-Day.