Willy se reivindica pero los Lakers sonríen antes del All-Star

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Willy, con los Pelicans

Willy, con los Pelicans

SPORT.es

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Willy Hernangómez se reivindicó este miércoles en los Pelicans con 14 puntos y 11 rebotes pero Los Angeles Lakers vencieron con solvencia a Nueva Orleans con una actuación destacada de D'Angelo Russell y el regreso de LeBron James después de tres partidos fuera por lesión (120-102).

El pívot español no ha tenido muchas oportunidades con los Pelicans y su nombre sonaba como candidato a salir antes del límite del mercado de fichajes. Finalmente los Pelicans no le traspasaron pero no ha bajado los brazos y frente a los Lakers brilló con un 5 de 7 en tiros y 4 de 5 desde la línea de personal en 17 minutos.

En los Lakers, que sellaron uno de sus triunfos más convincentes del curso, LeBron volvió ya como máximo anotador de la historia de la NBA y tras sus molestias en el tobillo. Fue duda hasta última hora pero al final saltó a la cancha al frente de estos renovados Lakers que han devuelto algo de la ilusión perdida a los fans de púrpura y oro.

LeBron sumó 21 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en unos Lakers (27-32) con tres de sus recientes fichajes en el quinteto titular: D'Angelo Russell, Jarred Vanderbilt y Malik Beasley. Este fue el primer partido de Russell como "Laker" en Los Ángeles desde 2017 y respondió con creces con 21 puntos y 7 asistencias. El mejor, en cualquier caso, fue Anthony Davis (28 puntos, con un excelente 13 de 17 en tiros, y 10 rebotes) en un equipo angelino que sobresalió por su defensa y entrega física desde el principio.

En los Pelicans (30-29), que siguen sin el lesionado Zion Williamson, los referentes fueron Brandon Ingram (25 puntos) y CJ McCollum (22 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias) mientras que el puertorriqueño José Alvarado consiguió 2 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en 24 minutos.

ARRANQUE CON GANAS

Los Lakers firmaron un comienzo muy prometedor. En dos minutos y medio, los de LeBron tomaron carrerilla con un 12-2 coronado además por un "alley-oop" de Russell a Davis. Con gran dinamismo en ambas canastas y una meritoria compenetración teniendo en cuenta la cantidad de caras nuevas que han llegado los últimos días, los Lakers llegaron a ponerse con +15 en un primer cuarto en el que metieron 14 de 21 en tiros de campo.

Hernangómez entró con cuatro minutos por jugarse en el primer periodo y fue de lo mejor de Nueva Orleans en el arranque. El pívot metió tres canastas seguidas y mareó a un Mo Bamba que se fue al banquillo con dos faltas, pero un triple de Troy Brown Jr. sobre la bocina cortó la reacción de los Pelicans (38-25).

Schroder y Hachimura se pusieron al frente de la segunda unidad de los Lakers, que seguían mostrando una buena circulación y una actitud seria en defensa. Sin embargo, los Lakers levantaron el pie del acelerador quizá por exceso de confianza.

Más por deméritos locales (0 de 7 en triples en el segundo periodo) que por virtudes de los visitantes, el partido se marchó al descanso con un apretado 55-51 cuando parecía que los Lakers habían dominado claramente el encuentro. Ingram volvió del vestuario con ganas de marcha pero Russell, muy sólido en la dirección, asistió a LeBron y Davis para estirar la ventaja local (65-56 con 8.52 por jugarse). Sin embargo, a los Lakers les costó dar el zarpazo para dispararse en el marcador y además empezaron a frustrarse con algunas decisiones controvertidas de los árbitros.

No obstante, Russell, con 6 puntos seguidos y una conexión fantástica con la grada ("¡Como si nunca me hubiera ido!", gritó a los aficionados tras encestar de tres); Bamba, con un taponazo sobre Ingram y un mate sobre Trey Murphy; y Austin Rivers, con un triple más adicional, despejaron el camino para que los Lakers llegaran al último cuarto con un margen valioso (89-75).

Los Pelicans empezaron el último periodo con turbulencias ya que Josh Richardson fue expulsado por dos técnicas seguidas por protestar a los árbitros. En los Lakers, LeBron parecía decidido a resolver el duelo cuanto antes y, con un par jugadas de incomparable garra, colocó el +20 con diez minutos por jugarse. Ingram y McCollum siguieron intentándolo, pero Nueva Orleans retiró a sus figuras con cuatro minutos en el reloj después de que Davis sentenciara con varias canastas seguidas.