Ona Carbonell: "La fama no me agobia, yo no soy Leo Messi"

Ona Carbonell se mostró muy feliz por recibir el premio que le condecora como la mejor deportista de 2017

Ona Carbonell se mostró muy feliz por recibir el premio que le condecora como la mejor deportista de 2017 / Javi Ferrándiz - Valentí Enrich

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Como siempre llegó deslumbrante, con unos tacones de vértigo olvidando que su pareja de baile de la noche era Marc Márquez, pero no fue problema, sabe cómo solucionar un problema de altura. Se la veía feliz por el premio y por tener a los suyos a su lado.

Sus padres Jordi y Montse, su hermano Max y su inseparable Pablo, esta vez con traje nuevo, no se perdieron el evento. Si Ona recibe un reconocimiento ellos allí están para apoyarla, como siempre. En lo bueno por supuesto, pero sobre todo cuando necesita ayuda, cariño y apoyo incondicional.  

¿Este premio es el reconocimiento a mucho trabajo, no solo a lo conseguido en 2017?

Siempre que nos dan un premio significa que hemos hecho un buen trabajo y que los resultados están. Para todo deportista cualquier agradecimiento satisface mucho y hace mucha ilusión porque son muchas horas invertidas para dar el máximo de uno mismo, para poder estar ahí arriba en el podio mundial. 

Pues llevas unos cuantos.

Llevo seis mundiales estando ahí arriba y mantenerse no es nada fácil. La verdad es que hace mucha ilusión que te lo premien.

¿Cuando llegan premios así qué sensaciones tienes?

Al final cuando te dan un galardón como este significa que el trabajo está bien enfocado, que los resultados están y que estás en el camino correcto.

¿Cuándo dedujiste que ibas por el buen camino en 2017?

No fue un año fácil porque tuve por primera vez las World Series que supusieron muchos viajes y muchas competiciones. Cuando eres joven te hace mucha gracia, pero cuando ya tienes unos años estar tanto tiempo fuera de casa, sin la familia, cuesta. 

Y con rutinas nuevas...

Exacto, al ser dos rutinas nuevas de golpe me costó adaptarme a nivel físico e incluso a nivel emocional. En las competiciones anteriores a un Mundial no te sientes perfecta y te entran dudas.

Pero llegaste al Mundial a tope. 

Sí, llegué en las mejores condiciones, expresé más que nunca, así que estaba en las condiciones perfectas al Mundial.

Con 27 años eres ya toda una veterana en el equipo. ¿Cuáles son los objetivos con este equipo tan joven que te rodea ahora?

Este año tenemos el Europeo en Glasgow, pero el objetivo importante son los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Para este equipo incluso el gran objetivo serán los Juegos Olímpicos de 2024 en París porque es muy joven con mucho talento y con una gran trayectoria por delante 

¿Y para ti?

Seguir creciendo como deportista, seguir manteniéndome y luchar para mejorar, a ver si algún día puedo alcanzar a la rusa que sería algo muy bonito. 

¿Y los Juegos Olímpicos de Tokio también, no?

Obviamente. Busco cuidarme de cuerpo y mente para Tokio donde me haría mucha ilusión llegar al máximo nivel.

En el Mundial de Budapest conseguiste plata en solo técnico y en solo libre. ¿Necesitabas desconectar del equipo?

No es una cuestión de desconectar sino de que son muchos años entrenando tantas horas. Estar en todas las rutinas implica adelgazarme cuatro kilos, muy exigente a nivel mental y físico y vivir únicamente para eso y cuando tienes 27 ya no es lo mismo. 

¿Qué nadarás en los Juegos donde solo hay dúo y equipo? 

De cara a Tokio sí que ya me centraré en todo, pero en el camino debo intentar disminuir aquello que se pueda para que mi cuerpo y mi mente lleguen bien.

¿A estas alturas de tu carrera eres consciente de lo que estás dando a la sincro?

Creo que sí. Antes era difícil conectar con los fans. Costaba saber que existían los agradecimientos o la gente que te tienen como un ejemplo, pero ahora con las redes sociales entras en muchas casas, en muchas familias y tengo muchísimos ejemplos como niñas que han venido al CAR a verme o a mi Campus para cumplir su sueño. Ahora puedes interactuar mucho más con las chicas, con el público, tienes un feedback mucho más real.

¿Y más responsabilidad? 

Te das cuenta de que debes ser trabajadora, constante y ser un ejemplo en todos los sentidos no solo ganando medallas sino dentro y fuera del agua.

Esta temporada ha llegado Mayuko Fijiki ‘Mayu’. Tú has trabajado con ella en dos etapas anteriores. ¿Qué tal os va con ella? 

Muy bien. Mayu es como de la familia. Ella fue medio entrenadora medio mami para mí porque estaba aquí cuando entré al equipo con 14 años. Yo la quiero mucho, creo que es una muy buena entrenadora para este equipo. Es una persona muy constante, muy trabajadora, con las cosas muy claras. Lo que más admiro de ella es que tiene muy claro cuál debe ser el camino al éxito y te da confianza como deportista. Con ella sabes que vas a sufrir pero que llegarás a buen puerto y esto ayuda mucho.

Diferencias  entre ella y Esther Jaumà y Anna Tarrés, las tres entrenadoras que has tenido.

Es muy difícil decirlo. Las tres son completamente diferentes, cada una con sus cosas buenas y malas. De todas he intentado aprender lo máximo que he podido.

¿Expectativas de este año? 

El Europeo y sobre todo cuidarme en cuerpo y mente, intentar acabar la carrera de diseño, cuidar mi entorno, mi familia y cargar las pilas de cara al Mundial y los Juegos.

¿Las rivales a batir siguen siendo las rusas o cuando miras ves países que ya están al acecho? 

Siempre miro por todos los lados. Por arriba, por abajo…  Cuando sales a competir incluso el que queda último ha sido un rival porque hay que nadar y demostrar en el agua. Desde el primero al último son rivales y hay que darlo todo.

¿Cómo está el equipo? ¿Hay novedades de cara al Europeo? 

El equipo está bien, pero Mayu quiere mantener la sorpresa. Pero hay rutinas nuevas muy chulas y estamos a punto de acabarlo todo.

En cuanto a la carrera de diseño, sigues ahí estudiando.

Sí, con la intención de acabar. Diseñando bañadores para las rutinas, sacando la nueva colección de Tymory… a tope.

¿Y a nivel personal cómo estás?

Muy bien. Feliz, contenta y tranquila

Vamos que las cosas te van bien.

Sí, soy muy afortunada

¿La fama y los éxitos llega un momento en que molestan?

De momento no me agobian porque no soy Leo Messi y claro no es lo mismo. Es cierto que la gente me reconoce por la calle y me piden fotos o autógrafos, pero para mí no es una molestia. Cuando eres un personaje público entiendes que puede haber momentos en los que no te hace tanta gracia pero es así y hay que aceptarlo.  En general todo el mundo es muy agradecido, se agradece que la gente te felicite y te agradezcan el trabajo realizado.

Pues felicidades y gracias.