Alba Cabello: "Mi único horizonte se llama Kazán"

“Mi deporte me ha enseñado a exponerme delante de mucha gente y a expresar con mi cuerpo”. Pura elegancia, Alba Cabello se convirtió en una auténtica top entre secadores, lacas, sombras y focos. Nunca antes había vivido una sesión fotográfica de estas características y parecía una veterana. Igual que en su equipo, en ese dream team de sirenas del que forma parte y en el que las más jóvenes la consideran “casi una mami”, comenta sonriendo.

Ser modelo por un día no la alejó de la realidad, de su día a día cuyo objetivo es el próximo Mundial en Kazán. “Ese es mi único horizonte -nos explicaba a la par que hacía ejercicios con los pies- y lo que me preocupa a corto y medio plazo. Estamos en el ecuador de la temporada y esta semana hemos estado de concentración en Sierra Nevada. La altura es un factor más que tenemos que superar y aquí tenemos menos capacidad pulmonar, nos fatigamos antes, la musculatura tarda más en recuperar...”.

Alba es pura energía positiva. Engancha. Arrastra. Sonríe siempre. “Ahora empieza lo que nos gusta: competir. El mes que viene vamos al French Open, donde enseñaremos el equipo técnico, y casi cada mes tendremos una competición”. Hablamos de las más jóvenes y de las consagradas, como Ona Carbonell, de la que Alba Cabello explica que “está trabajando durísimo. Sé que hará un papel genial en el solo. Los que la conocemos lo tenemos clarísimo”.

La nadadora piensa que el deporte femenino está viviendo “un momento histórico y ver a otras compañeras consiguiendo medallas y títulos como nosotras te retroalimenta y te motiva a seguir ganando. ¿Por qué estamos ahí arriba? Porque las mujeres somos más constantes y más sacrificadas”. Y tras seis horas ante los focos, Alba se quitó el rimmel, se hizo una coleta y volvió a su realidad: entrenar otras tantas. “Solo así se consiguen resultados”. Cierto. Solo así.