INVESTIDURA DE SALVADOR ILLA

Sánchez empuja a un pacto entre PSC y ERC tras la "mala experiencia" de Junts en el Govern

El presidente del Gobierno defiende que "hay mimbres" para evitar una repetición electoral que también pondría en jaque su legislatura

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al líder del PSC, Salvador Illa, durante un acto electoral de la campaña de las europeas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al líder del PSC, Salvador Illa, durante un acto electoral de la campaña de las europeas. / FERRAN NADEU

La última palabra sobre el proceso de investidura para la Generalitat la tendrá la militancia de ERC, vía consulta, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido “cambiar el paso” recordando la “mala experiencia” de la coalición entre republicanos y posconvergentes. Frente a la ruptura de la coalición por parte de Junts, el jefe del Ejecutivo ha apostado por un entendimiento entre el candidato de los socialistas catalanes, Salvador Illa, y ERC.

Sánchez ha reconocido las dificultades para el acuerdo durante una entrevista esta mañana en la Cadena Ser. Sin embargo, ha trasladado que “hay mimbres” para sacarlo adelante y evitar una repetición electoral que también pondría en jaque su legislatura por las dificultades que acarrearía a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025.

La posición de Sánchez, que insiste en dejar plena autonomía a Illa para conducir las negociaciones, se produce menos de 48 después de que ERC comunicase públicamente al PSC y a Junts que no quiere agotar el plazo de dos meses de negociación para explorar si es posible un acuerdo de investidura para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa (PSC) o a Carles Puigdemont (Junts). El límite para llegar a un acuerdo y evitar elecciones acaba el 26 de agosto, pero la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, ha anunciado que su partido se da "hasta finales de julio, un mes de plazo, para ver si un "preacuerdo" es posible o no.

Para el Ejecutivo, el cupo catalán es una línea roja, mientras se abre a explorar “fórmulas imaginativas” para contentar a ERC y el resto de comunidades autónomas. Hasta el momento, su propuesta pasa por una financiación “singular”, pendiente de desarrollar, que también ha generado dudas en varias federaciones socialistas. En este contexto, los socialistas buscan cuadrar el círculo para contentar tanto a los independentistas catalanes como al resto de comunidades autonómicas. Según fuentes de Moncloa, se está trabajando en “fórmulas imaginativas” que no pasen por sacar a Cataluña del régimen común y eviten un agravio comparativo con otros territorios.

Carpetas sobre la mesa

Los socialistas defienden que hay “margen” para llevarla a cabo sin tener que tocar el actual modelo de financiación autonómica y sin que se perjudique a otras comunidades. De hecho, la reforma del sistema, pendiente desde 2014, no se sacará adelante si no es de forma consensuada con del PP. Así lo afirman tajantes desde el Gobierno, aun reconociendo las dificultades para un acuerdo.

Las exigencias de ERC para dar su apoyo se centran en cuatro carpetas: una sobre el conflicto político, otra sobre la financiación "singular", una tercera sobre la lengua catalana y una cuarta sobre las políticas públicas que tienen que desarrollarse en la próxima legislatura. Los republicanos han designado a un equipo de negociación por cada carpeta.