ARRANQUE DEL CURSO POLÍTICO

Sánchez fija como prioridad reducir la jornada laboral, la vivienda y más impuestos a las “élites”

El jefe del Ejecutivo ha tratado de trazar un discurso positivo y optimista, apelando al diálogo consciente de la amenaza de bloqueo parlamentario, e insistiendo nuevamente en que agotará la legislatura

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / A. Pérez Meca - Europa Press

En un arranque de curso cargado de incertidumbre por la amenaza de una ruptura de la mayoría de investidura, Pedro Sánchez ha fijado sus prioridades para los próximos meses mirando a asuntos de consenso, con tintes genéricos y moderando la carga ideológica. Sin entrar tampoco en asuntos conflictivos que están marcando la agenda, como la situación migratoria en Canarias o el concierto catalán pactado con ERC para la investidura de Salvador Illa. El jefe del Ejecutivo se ha comprometido a sacar adelante la reducción de la jornada laboral, siempre y cuando haya acuerdo entre sindicatos y patronal, seguir trabajando para facilitar el acceso a la vivienda y avanzar en la progresividad fiscal.

En el plano económico ha hecho una lectura triunfalista en base a “datos objetivos e inapelables” y ha fiado el proceso de reindustrialización para el cambio de modelo a los fondos europeos. En este cuatrimestre, el Gobierno desplegará 3.100 millones en préstamos procedentes de estos fondos. En materia de fiscalidad, Sánchez ha apelado a la progresividad para acotar “privilegios desproporcionados de ciertas élites”. Esto es, “gravar fiscalmente” a quien más tiene, “no para penalizar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias”.

En el capítulo de vivienda se ha limitado a relatar las líneas ya trazadas, centradas en el aumento del parque de vivienda pública o el control de los pisos turísticos. Asimismo, ha anunciado que pretende centrar en este asunto la próxima Conferencia de Presidentes, que se celebrará en Santander. Antes de fijar su fecha, que para cumplir el reglamento deberían concentrarse dos reuniones antes de final de año, Sánchez recibirá en La Moncloa a los presidentes autonómicos en encuentros bilaterales.

Una pretensión según matizan fuentes de Moncloa para “buscar consensos” y huir de los asuntos que busquen una mera confrontación política. Sin embargo, este objetivo choca con los barones del PP, que buscan abordar otra serie de cuestiones, como la financiación, y que tienen capacidad para condicionar el orden del día. Sánchez, por su parte, se ha adelantado avanzando que presentará este curso una propuesta para la reforma del sistema de financiación autonómica.

"Gobierno para rato"

Sánchez ha tratado de trazar un discurso positivo y optimista, apelando al diálogo consciente de la amenaza de bloqueo parlamentario, e insistiendo nuevamente en que agotará la legislatura. "Hay gobierno para rato", aseguró tras subrayar que se presentarán unas cuentas públicas "sociales y ambiciosas que consoliden la inversión pública". Para hacerlo en tiempo y forma, el próximo martes se aprobarán en el Consejo de Ministros los objetivos de déficit, que antes del parón estival tumbó Junts en el Congreso.

Para sacar adelante los Presupuestos ha apelado a la capacidad de negociación y acuerdo de este Gobierno, confiando en el diálogo porque "si algo he aprendido es a navegar con el viento en contra". Sin embargo, las amenazas de retirar su apoyo al Ejecutivo no se limitan a Junts, imprescindible para sumar mayoría, sino también a otras formaciones como Coalición Canaria, mientras que ERC condiciona su voto a se den pasos para desarrollar el concierto catalán.

Sin mencionar al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, con quien sí ha confrontado modelos el presidente del Gobierno es con los barones del PP. Principalmente con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien acusó de recortes en servicios públicos, privatizaciones y "regalos fiscales" a las rentas altas.