Pleno de investidura

Salvador Illa defiende que se le aplique la amnistía de forma "rápida" a Puigdemont

El ex president no está dentro del hemiciclo después de haber participado en el acto de recibimiento organizado por las entidades independentistas

Illa exige la aplicación inmediata de la Ley de Amnistía: "Cataluña debe contar con todo el mundo"

PI STUDIO

Sara González

El candidato a la presidencia de la Generalitat, el líder del PSC, Salvador Illa, ha arrancado su discurso de investidura defendiendo que se aplique la amnistía de forma "ágil y rápida" y "sin subterfugios" a Carles Puigdemont, que no está dentro del hemiciclo después de haber participado en el acto de recibimiento organizado por las entidades independentistas. "Quiero expresar mi voluntad y la de mi grupo de que se restablezca íntegramente los derechos de todos los ciudadanos y formaciones, la aplicación de la vigente ley de amnistía", ha afirmado.

Aunque el dirigente es siempre prudente a la hora de dirigirse al poder judicial, ha reclamado "respeto" por lo decidido por el poder legislativo, en este caso, en el Congreso de los Diputados, mensaje dirigido a la negativa del Tribunal Supremo de aplicar la amnistía al delito de malversación que pesa sobre el expresident por la organización del 1-O. El pleno de investidura ha arrancado puntual a las 10 horas de la mañana con el escaño vacío de Puigdemont. El presidente del Parlament, Josep Rull, ya advirtió de que suspendería el pleno en caso de que el líder de Junts fuera detenido, supuesto que no se ha dado por ahora.

Así pues, el líder del PSC ha arrancado su discurso siguiendo el guion previsto. Impávido ante la incertidumbre del paradero de Puigdemont, el líder del PSC, Salvador Illa, se ha subido al atril del Parlament dispuesto a exponer sus credenciales para ser investido presidente de la Generalitat. 45 minutos de discurso. Ni uno más ni uno menos con la intención de ir al grano. Consciente de que su proclamación certifica el fin del 'procés', por lo menos tal y como se había entendido hasta ahora, ha prometido que su vocación es que los ocho millones de catalanes se sientan parte de la "misma Cataluña", una "nación abierta plural y diversa" dentro de una "España plurinacional" en el marco de una España federal. 

Un cosa que también pasa, ha defendido, por la aplicación de la amnistía. Hacer tabula rasa, dejar atrás la judicialización que ha azotado la última década la política catalana, es el pilar de un "tiempo distinto" que requiere de una "hoja de ruta" y "recetas" diferentes a las del independentismo, que hasta ahora han marcado el rumbo. Para el presidenciable socialista, esa Catalunya es la que ha empezado ya a construir el Govern de Pere Aragonès, de quien asume el legado sin matices.