El PSOE exige ahora a Feijóo derogar sus políticas con Vox y extender la ruptura a ayuntamientos

De exigir que no se gobierne con la ultraderecha a reclamar que no se hagan políticas de ultraderecha. Para el PSOE, la salida de Vox de los gobiernos de coalición autonómicos con los populares es solo un primer paso para dar carta de naturaleza al PP como partido de Estado. Positivo, pero insuficiente. Los socialistas han tenido que reformular su discurso contra el PP tras la decisión de los de Santiago Abascal de pasar a la oposición (en Extremadura, Castilla y León, Murcia, Aragón y Comunidad Valenciana) por el cisma abierto a cuenta de la distribución territorial de menores migrantes llegados a las costas canarias. La exigencia ahora es que Alberto Núñez Feijóo derogue las políticas impulsadas de la mano de Vox y del paso de extender la ruptura con sus socios a nivel municipal.

En Moncloa dicen estar “encantados” con el momento político y expectantes ante los escenarios que se puedan abrir ahora. El propio Pedro Sánchez insistió anoche desde Washington, tras participar en la cumbre de la OTAN, en celebrar la marcha de Vox de las instituciones autonómicas. "Hoy es un gran día para España, subrayó. “No puedo ocultar mi alegría y mi felicidad”, reconoció, para acto seguido seguir presionando a Feijóo. Primero, para que se rompan los gobiernos de coalición en capitales y municipios, que rebasan el centenar. Segundo, para que haga un giro hacia el centro. Romper con las políticas que ha aprobado con Vox. La “prueba del algodón”, dijo, será la reforma de la ley de extranjería con la que se pretende hacer obligatoria y automática la distribución de menores migrantes que lleguen a la frontera sur.

La crisis en los gobiernos de PP y Vox sorprende al PSOE sin culminar su renovación territorial

En la dirección del PSOE reconocen que la salida de Vox de los ejecutivos autonómicos facilita la posibilidad de llegar a un acuerdo con el PP en materia de inmigración. Una cuestión que consideran ahora urgente por la situación de presión asistencial por la que atraviesa Canarias, además de un asunto de Estado. Un ministro socialista reconoce que este nuevo escenario “ayuda al PP a centrarse”.

Desde la irrupción de Vox, el PP ha ido modulando su estrategia con diversos vaivenes para mirar más al electorado de centro o al de la derecha. Desde la ruptura que visibilizó el exlíder del PP, Pablo Casado, con su rechazo a la moción de censura de Santiago Abascal en octubre de 2020, a los acuerdos de coalición que selló Alberto Núñez Feijóo hace apenas un año. A nivel discursivo, los populares pasaron en la última semana de exigir la presencia de buques de la Armada para frenar a los cayucos a aceptar el reparto voluntario de 347 menores.

En Ferraz avanzan que reformularán su discurso y que, más allá de la urgencia de la “humanidad” para solucionar la situación de los menores migrantes, pasarán ahora a exigir al PP que “rompa con las políticas de ultraderecha”. “Circos aparte, y a pesar de que ha sido Vox, y no el PP, quien ha roto los gobiernos autonómicos, Feijóo sigue teniendo la oportunidad de romper con la ultraderecha en los ayuntamientos y derogar los retrocesos aprobados”, apuntaba el secretario general del PSOE, Santos Cerdán, a través de la red social X. El acuerdo sobre inmigración, añadía en línea con lo marcado por Pedro Sánchez, “será la piedra de toque”. La vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, incidía esta mañana en el mismo mensaje: “El PP de Feijóo debe derogar las vergonzosas leyes que han aprobado con VOX y atreverse a romper los pactos municipales con la ultraderecha”.

La estabilidad, en el aire

Los socialistas están a la expectativa de la reacción ahora de los populares. Es por ello que evitan adelantar pasos sobre la respuesta de sus grupos parlamentarios ante la ruptura de los gobiernos autonómicos de PP y Vox. El secretario de Organización del PSOE habló entre la noche del miércoles y este jueves con todos los secretarios generales autonómicos para analizar la situación. La intención es preparar la estrategia a seguir a partir de ahora en cada parlamento autonómico donde los populares se encontrarán con una mayor debilidad al estar en minoría y enfrentados a Vox.

Sánchez evitó anoche tanto marcar una estrategia general del PSOE frente a los gobiernos en minoría del PP como tender la mano para garantizar su estabilidad. Algo que en los últimos habían defendido abiertamente algunos barones socialistas, como el madrileño Juan Lobato. El jefe del Ejecutivo se limitó a responder a preguntas de los periodistas que el apoyo del PSOE para aislar a Vox dependerá de las políticas concretas que desarrolle cada ejecutivo autonómico.

Liderazgos alternativos

Negociación ley a ley y “pruebas del algodón” en asuntos de Estado que se abordarán en el Congreso, comenzando por el pacto sobre inmigración y continuando con la renovación del pacto de Estado sobre violencia de género. Nada se dice, por tanto, respecto a un hipotético apoyo a los respectivos presupuestos para garantizar la gobernabilidad. Geometría variable, entre el Congreso y los parlamentos autonómicos.

Los socialistas, además, no están igual de preparados en todas las comunidades autonómicas donde se han roto los gobiernos de PP y Vox para asumir un eventual adelanto electoral. Solo en Comunidad Valenciana y Extremadura se anticiparon de forma extraordinaria los congresos orgánicos para renovar proyecto y liderazgos tras la pérdida de estos gobiernos. En Ferraz descartan que vayan a producirse adelantos electorales a corto plazo, pero reconocen que de ser así no estarían en las mejores condiciones para afrontarlos.