Elecciones europeas 9J

El PSOE emplaza a un congreso regional en otoño para discutir sobre el relevo de Espadas

Los líderes provinciales eluden la autocrítica de los resultados y el secretario general del PSOE-A asegura que seguirá hasta ser candidato en 2026

Hay preocupación creciente en el equipo de Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, defiende los resultados del 9J.

El secretario general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, defiende los resultados del 9J. / EUROPA PRESS

Isabel Morillo

Sigue sin tocar. Pese a que, tras la derrota en las europeas, las voces críticas se han disparado y desde la dirección federal trasladan que no están en Babia y admiten que la lectura de los resultados del 9J constata que el PSOE tiene un problema en Andalucía, nadie de forma oficial piensa, de momento, mover ficha. La patada hacia adelante, esta vez hacia el calendario orgánico y el congreso regional, “cuando toque”. Toca antes de que acabe el año.

Pedro Sánchez tendría que celebrar su congreso federal en otoño de 2024 si no hay adelanto. Andalucía celebró su último congreso regional en noviembre de 2021. Los estatutos socialistas señalan que los congresos ordinarios deben celebrarse “entre el tercer y cuarto año” desde la celebración del anterior. Convocar ahora mismo un congreso extraordinario obligaría, señalan fuentes socialistas, a volver a celebrar otro en breve. Si el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, quiere, podría llevar el congreso andaluz hasta 2025, con elecciones autonómicas en 2026.

“Para discutir la dirección” del PSOE-A, “hay que ir a un congreso y plantear una propuesta”. Con esas palabras, el líder del partido animó a los críticos a que “vayan preparando las propuestas alternativas que consideren a los órganos de dirección del partido” para cuando llegue “el momento” de dirimirlas en un congreso, y a que, “mientras tanto, se dediquen a trabajar por que a esta organización le vaya bien”. Espadas achaca los males internos de su partido a que Susana Díaz y otros dirigentes que no lograron imponerse en los últimos congresos provinciales actúan de forma vengativa para moverle la silla. Insiste en que son residuales. No hay un análisis que vaya más a la médula del problema electoral evidente que tiene el PSOE en una comunidad donde el PP de Juan Manuel Moreno, tras seis años en el Gobierno, todavía no muestra erosión, ni siquiera arañazos. “Si el PSOE quiere ganar en España, tiene que ganar en Andalucía y eso lo sabe Ferraz”, admiten ya desde las filas socialistas.

Piden congreso extraordinario

Ya hay sectores pidiendo precisamente eso, primarias y un congreso extraordinario tras encadenar el PSOE en Andalucía un ciclo de cuatro derrotas consecutivas en dos años, desde junio de 2022: autonómicas, municipales, generales y europeas. Nunca se había encadenado una debacle electoral tan larga, nunca se habían perdido unas europeas de 1987.

Una plataforma en Huelva, con el nombre de Reconstrucción PSOE-A ha enviado una carta a todas las agrupaciones andaluzas para que las asambleas locales soliciten la celebración de un congreso extraordinario. “Vistos los resultados andaluces de las elecciones europeas y observado cómo el PP, por primera vez en la historia, nos ha ganado en la totalidad de las provincias de Andalucía, incluyendo los bastiones tradicionalmente inexpugnables de Jaén y Sevillaha llegado el momento de que las bases nos pongamos en pie, para revertir la situación. No caben excusas y no hay más elecciones que perder”, comienza un texto muy duro frente a la gestión de Espadas.

Espadas compareció este lunes, antes de reunirse con su ejecutiva regional, para dejar claro que no piensa ni dimitir ni dar un paso a un lado ni abrir un debate interno. Todo lo contrario. Se equiparó a Carlos Alcaraz, reciente triunfador de Roland Garros, ironizó con que “a tenacidad” no le gana mucha gente y sentenció: “No sólo no está agotado sino que tendrá resultados en dos años”. Es decir, piensa ser candidato en 2026. Aseguró que había hablado con todos los secretarios provinciales y los ocho le habían trasladado su apoyo.

La cara 'b' del debate

En privado ese cierre de filas se diluye. Espadas duda públicamente de que esas voces críticas existan y animó a definir qué es “un dirigente”, cuando en rueda de prensa le preguntaron por el cuestionamiento hacia su liderazgo de dirigentes de su partido. Pero las voces críticas existen más allá de los que el secretario general señala como los afines de Susana Díaz. “Así no podemos seguir”, es una afirmación extendida entre sus propios cuadros orgánicos, “en este estado es muy difícil hacer una oposición que haga daño al PP”. Es un convencimiento extendido ante un partido que está más dedicado a la guerra interna y a cuestionar el liderazgo del secretario general que a hacer frente a Juanma Moreno, imbatible en cuatro citas electorales.

El problema no está solo en la dirección andaluza sino que se extiende a las ejecutivas provinciales de Málaga, Cádiz, Huelva, Córdoba y, en menor medida, Sevilla. Sin embargo, en ninguna de las reuniones convocadas ayer en las provincias se oyó un discurso autocrítico. Todo lo contrario por más que la noche del domingo todo el mapa andaluz sin excepciones se tiñera de azul PP. En Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix animó a “rearmarse” para que los próximos comicios sean de victoria. En Jaén, Paco Reyes puso el acento en que su provincia, con victoria del PP, es la que ha tenido “el mejor resultado de Andalucía y el tercer mejor resultado de España, detrás de las provincias de Cáceres y de Badajoz”.

Como síntoma, la noche electoral, el secretario de organización del PSOE andaluz, Jacinto Viedma, que fue nombrado por Espadas el pasado enero, fue excluido de una reunión de urgencia para analizar los resultados donde el líder andaluz “sentó a su staff”, según contaron desde el partido, “tres o cuatro personas de su confianza”. También fue el número dos excluido como coordinador de la campaña. “No hay equipo”, sentencian desde dentro del partido esos dirigentes críticos que Espadas asegura que no existen.