Elecciones europeas

El PP intenta soslayar la foto de Abascal y Netanyahu: "Nuestro foco está en Sánchez. No nos desviemos"

Los populares repiten el esquema de la crisis con Milei y tratan de situarse en medio, con el riesgo de quedar en tierra de nadie

El Gobierno exige a Feijóo pronunciarse mientras que Vox se implica en su agenda internacional en plena campaña europea

lberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados.

lberto Núñez Feijóo, en el Congreso de los Diputados. / EP

Paloma Esteban

Por segunda vez en dos semanas Vox explota su agenda internacional mirando a las elecciones europeas. Y la reacción del PP vuelve a ser intentar evitar pronunciarse y tomar distancia, con el riesgo de quedar en tierra de nadie. Ocurrió con la crisis desatada entre España y Argentina tras la participación de Javier Milei en un mitin de los ultra en Madrid, y ha vuelto a pasar esta semana con la sorprendente reunión de Santiago Abascal y Benjamín Netanyahu en Jerusalén. Ni estaba en agenda ni Vox había comunicado que su líder viajaba a Israel. El PP se enteró por los medios de comunicación el martes por la noche. 

Coincidiendo con el reconocimiento oficial del Estado de Palestina por parte del Gobierno, Abascal se reunió en persona durante una hora con el primer ministro israelí, al que confirmó su rechazo a la decisión tomada por Pedro Sánchez y le aseguró que si él llega a gobernar “revocará” ese reconocimiento.

La convicción en el PP es que Abascal “está ayudando demasiado” al PSOE en esta campaña. Ya en días pasados Feijóo se lanzó a los reproches públicos contra el líder de Vox, sumándose al durísimo editorial de FAES, el ‘think tank’ de José María Aznar, que directamente acusó al partido ultra de ser “el seguro de vida” de Sánchez. Pero la única dirigente que entró ayer a la foto de los dos dirigentes de ultraderecha fue Cayetana Álvarez de Toledo durante la sesión de control: “Vox está de romería electoralista contra el PP y hasta Jerusalén ha llegado".

En el equipo de Feijóo, igual que otros dirigentes nacionales, muestran su rechazo a la foto de Abascal. Pero al mismo tiempo reconocen que creen que “pierden más” entrando al cuerpo a cuerpo que evitando la polémica. “Nuestro foco está en la Moncloa, no en Israel. No podemos entrar en ese marco ni desviar la atención”, insisten en Génova. En plena campaña electoral europea y con el objetivo de aunar todo el voto de la derecha, los populares no quieren entrar en la confrontación con el líder de Vox y su agenda internacional.

De hecho, en los últimos días Feijóo se ha unido a Ursula von der Leyen afirmando que Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia -también de extrema derecha-, “no es homologable” a otros partidos de ese espectro. Meloni también participó, aunque desde la distancia, en el cónclave ultra al que asistió Milei. 

La posición en Génova es evitar la polémica, no lanzar mensajes contradictorios a los votantes de la derecha -también a los de Vox- y marcar distancia con los de Abascal sin entrar al choque. En el partido ultra, sin embargo, consideran que son ellos los que están marcando el paso al PP con su agenda internacional, adelantándoles precisamente por la derecha.

Pero la realidad es que el Gobierno se empleó a fondo por vincular a los dos partidos, como es habitual, especialmente tras la foto de Abascal con Netanyahu. El propio Sánchez le pidió a Feijóo que se pronunciara al respecto en la sesión de control a pesar de que la pregunta del líder de la oposición versaba sobre la investigación de su esposa, Begoña Gómez. El presidente insistió en hablar de los “gobiernos de la vergüenza con Vox” una y otra vez.

En privado, en el PP se muestran convencidos de que los ciudadanos “no votarán en clave de si Meloni va a tener más o menos peso en la configuración del Parlamento Europeo” el próximo 9 de junio, sino que mantienen el plebiscito contra Sánchez, dando por hecho que los votantes de la derecha y los desencantados con el PSOE votarán “en contra de las decisiones de Sánchez”.

Dirigentes del PP aseguran que a pesar de ser unos comicios comunitarios, “la gente no va a votar en tanta clave de política exterior” sino en clave de “castigo o aval” al Ejecutivo, y además creen que el PSOE “se equivoca” empleando la misma estrategia del 23J, agitando el miedo a la ultraderecha. “En las generales había un riesgo, el de que Vox llegara al Gobierno central tras haber entrado en gobiernos autonómicos con el PP. Pero ahora ese riesgo no existe. Es un voto a favor o en contra de Sánchez. No creemos que la foto de Abascal vaya a hacer que nos voten menos”, reflexionan en el entorno de Feijóo, evitando confirmar si piensan que sí puede movilizar claramente a la izquierda.