La viabilidad de la legislatura

El PP entra en alerta ante la eventualidad de una repetición electoral en Catalunya

En la dirección y los territorios admiten que ven el desenlace catalán todavía más imprevisible tras acceder Junts a la presidencia del Parlament y valoran la repetición electoral como un escenario que gana fuerza

Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra durante el comité ejecutivo nacional del PP.

Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra durante el comité ejecutivo nacional del PP. / / BORJA SÁNCHEZ-TRILLO

El PP mantendrá la presión sobre Pedro Sánchez y la situación de inestabilidad que rodea a la legislatura pendiente del desenlace en Catalunya tras la constitución de la Mesa del Parlament. Todos los dirigentes consultados por este diario -también muchos de los que se reunieron en el comité ejecutivo nacional en Génova este martes- coinciden en que el hecho de que Junts se haya hecho con la presidencia de la Cámara autonómica no envía un mensaje precisamente tranquilizador a Salvador Illa. Alberto Núñez Feijóo presidió un nuevo cónclave en la sede nacional después de una victoria electoral. Los conservadores ven avalada su oposición después del resultado en las urnas y, sobre todo, apuntan a que los cuatro puntos de ventaja sobre el PSOE confirma el “fin de ciclo” que tanto proclaman.

En Génova saben que los resultados de las europeas no tendrán un efecto directo e inmediato sobre la legislatura por mucho que el PSOE, una vez más, fuera segunda fuerza. Pero lo que ocurra en Catalunya y la dificultad de Sánchez para mantener a su lado a todos los socios parlamentarios - “el Congreso va a ser de nuevo un infierno” resumen en el entorno del líder conservador- sí puede hacer que “gota a gota”, dicen los populares, el escenario se vuelva “insostenible” para Sánchez. 

En el PP no ven viables unos nuevos Presupuestos Generales y ponen en duda que el Gobierno pueda avanzar un solo paso en su agenda legislativa. No solo eso: consideran que ellos, desde la oposición, podrán sacar adelante iniciativas como ocurrió ayer mismo en el Congreso con una proposición de ley para reformar el Código Penal y castigar la multirreincidencia en hurtos y estafa, a la que se sumaron incluso los socialistas.

En este contexto y con la mirada puesta en Catalunya en todo momento, Feijóo volvió a pedir a los suyos ayer en Génova mantener “la maquinaria del partido engrasada” por lo que pueda venir. Sin duda, como dicen distintos dirigentes, la situación catalana puede ser lo que termine de dar una patada al tablero. La elección de Josep Rull como presidente del Parlament ya fue considerada por Feijóo como una nueva prueba de la “debilidad” de Sánchez. Lo que está por ver, dicen en la dirección conservadora, es si detrás de esa decisión existe algún tipo de pacto. La mayoría de dirigentes populares insisten en que el PSC no movió ficha claramente para intentar evitar que Junts se hiciera con la presidencia de la Cámara. Y eso, continúan, “tiene sus motivos”.

La tesis principal es que le permite a Sánchez ganar tiempo. El secretario general de la formación neoconvergente, Jordi Turull, ya apuntó a que el primero en presentarse a la investidura debería ser Illa. “Ya que dice tener tantos apoyos, que se presente él”, remató. Eso implicaría condenar al socialista a una primera investidura fallida porque nada hace pensar que ERC la vaya a apoyar a la primera. Distintos dirigentes del PP comparten esa creencia, aunque hay distintas opiniones sobre lo que terminará pasando. La mayoría de voces dejan abierta la posibilidad a una repetición electoral. También en Génova lo ven como un camino viable y, por eso, insisten, “no se puede bajar la guardia”.

Hay dirigentes veteranos que consideran que ERC podría terminar respaldando a Illa, aunque insisten en remarcar que los republicanos tienen ante sí un escenario interno muy complicado e imprevisible. Y, sobre todo, aseguran que si Illa llega a la presidencia de la Generalitat será una legislatura “muy difícil y llena de minas” con Junts al frente de la vida parlamentaria catalana. Solo algunos dirigentes siguen dejando la puerta abierta a que Carles Puigdemont tenga posibilidades de lograr su propia investidura. Feijóo mantuvo durante días ese discurso tras las elecciones catalanas, afirmando que el PSC terminaría dando apoyo a Junts a cambio de que Sánchez retuviera su apoyo en Madrid.

Precisamente por todas las dudas que suscita la gobernabilidad en Catalunya hay tantos dirigentes del PP que dejan la puerta abierta a otras elecciones. El independentismo volvió a sufrir un batacazo inmenso en las urnas en las elecciones europeas (han perdido en total un millón de votos), pero en el PP repiten también que después de perder la mayoría absoluta han logrado recuperarla para la Mesa del Parlament. Una decisión que los conservadores creen “sintomática”.

En este contexto, de posibilidad de repetición electoral catalana y con la viabilidad de la legislatura en duda, la estrategia de los conservadores seguirá siendo “apretar” y “mantener la tensión” en todo momento. En Génova repiten que tras las elecciones europeas, la dimisión de Yolanda Díaz como líder de Sumar y la situación en la que han quedado todos los partidos que respaldan a Sánchez, “el Gobierno está hoy más débil que ayer”. Y ante esa realidad, continúan, “no tendría sentido echar el freno”. La ofensiva, la petición de elecciones generales -ya apuntalada por todos los barones- y la afirmación de que la legislatura “debe terminar ya” continuará.