DELITOS DE ODIO

La Policía comienza a contabilizar los delitos de islamofobia y los publicará junto a los de antisemitismo

Según ha podido saber este diario, Interior ya ha comenzado a contabilizarlos este año y aparecerán desagregados en el informe de delitos de odio de 2025

Valencia (Comunidad Un joven sujeta una panacarta durante la concentración contra la islamofobia

Valencia (Comunidad Un joven sujeta una panacarta durante la concentración contra la islamofobia / Kai Försterling

Mario Saavedra

Mario Saavedra

El pasado 16 de octubre, un hombre mató a un niño palestino de seis años en un ataque con arma blanca en las afueras de la ciudad de Chicago, Estados Unidos. Las autoridades lo calificaron de crimen de odio porque el sospechoso los atacó por ser musulmanes. La guerra de Israel en Gaza, en represalia por los ataques de Hamás del 7 de octubre, había comenzado una semana antes. El pasado 24 de junio, una mujer del estado de Texas fue acusada de intento de asesinato tras tratar de ahogar a una niña palestino-estadounidense de tres años en la piscina de un complejo de apartamentos. También lo calificaron de delito de odio

En España, hasta ahora no hay datos públicos policiales de los delitos de odio de origen islamófobo, que son aquellos que se cometen contra una persona musulmana por el hecho de serlo: amenazas, acoso, abuso, intimidación en Internet, ataques violentos, daño a los centros de culto… La islamofobia no se recoge hasta ahora de manera desagregada, sino que queda englobada en el apartado de delitos de odio por creencias religiosas dentro del informe anual del Gobierno. El antisemitismo, por contra, sí se registraba hasta ahora de forma individualizada, puesto que figura en el Código Penal como delito específico. 

“En 2024 las fuerzas y cuerpos policiales ya están recogiendo la islamofobia de forma desagregada y los datos figurarán por primera vez en el informe que se publicará en 2025”, anuncia el Ministerio del Interior a preguntas de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, . “Se trata de seguir las recomendaciones de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA)”. Además, el Ministerio informa que van a mantener reuniones próximamente con las comunidades religiosas para poder aumentar la eficacia de la lucha contra estos delitos.

Esto no significa que se vaya a crear un tipo específico de delito de islamofobia. “No hay un reconocimiento oficial del delito de islamofobia en España, como sí lo hay de antisemitismo, y ello a pesar de que sí está reconocida internacionalmente como un delito específico”, apunta Laura Mijares, doctora en Estudios Internacionales Mediterráneos y académica de la Universidad Complutense de Madrid. 

Los magrebíes, principales víctimas

El Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia del ministerio de Inclusión Social alertó, el pasado mes de julio, de un aumento de los discursos de odio étnico o religioso que deshumanizan o degradan a las personas a las que va dirigido. El 33% de las personas objeto de esos delitos de odio son los magrebíes y el 26% los musulmanes. “El objetivo principal es la población de origen marroquí, con 787.317 personas viviendo en nuestro país”, según dijo la ministra Elma Saiz  en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del pasado 2 de julio.

Ya existe una unidad de la Policía encargada de estos delitos, la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio (ONDOD). 

En 2023, se computaron un total de 2.268 delitos de odio de todos los tipos establecidos. Entre los esclarecidos, hubo 433 de amenazas, 376 de lesiones, 200 de promoción al odio, etc. No se registró ninguna víctima mortal en España por delito de odio ese año. Se perpetraron 932 delitos de racismo y xenofobia, 555 contra la identidad de género o sexual, 42 motivados por creencias religiosas y 21, por antisemitismo.

“Ola de islamofobia” global

El conflicto en Oriente Próximo ha exacerbado la polarización religiosa. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha advertido de una ola de odio e intolerancia antimusulmana en todo el mundo. Y ello a pesar de que cerca de una de cada cuatro personas es musulmana: hay en total 1.500 millones de practicantes de esa religión. 

Esa ola lleva décadas gestándose, en particular en Europa y en Estados Unidos. Bebe de los atentados terroristas de los radicales islamistas, el surgimiento de Estado Islámico y Al Qaeda y la discriminación de la mujer o de los homosexuales en buena parte de los países islámicos, de Teherán a Pakistán o Indonesia.

Partidos políticos de ultraderecha por toda Europa han obtenido resultados inéditos con un mensaje común que incentiva miedo a la inmigración musulmana o a las comunidades que practican esa religión que ya viven en los países. En España, el máximo representante de la politización del rechazo al islam es Vox. 

Vox es un partido abiertamente islamófobo y utiliza políticamente toda la retórica islamófoba. No solo ahora a raíz de las elecciones en Francia. Ocurrió durante las elecciones europeas. Santiago Abascal habló de ‘más muros y menos moros’”, opina Mijares. “Pero la islamofobia es transversal a todo el espectro político en mayor o menor medida”

Esa situación se ve exacerbada por algunos medios de comunicación. Según el Observatorio contra la Islamofobia, del Instituto Europeo del Mediterráneo perteneciente al Ministerio de Exteriores, más del 60% de las noticias analizadas en 2017 fueron catalogadas en ámbar (islamofobia pasiva) o rojo (islamofobia activa).