Salvador Illa, tras tomar posesión como president: "Mi propósito es unir, respetando la pluralidad de Cataluña"

Salvador Illa ya es oficialmente el 133º president de la Generalitat. Tras ser investido con la mayoría de 68 diputados del PSC, ERC y los Comuns, este sábado ha tomado posesión en acto en el Saló de Sant Jordi del Palau, que estrena tras la reforma para retirar las telas de la dictadura franquista. Illa, de 58 años, ha prometido el cargo tras la lectura del decreto de nombramiento por parte del presidente del Parlament, Josep Rull, y al término de una ceremonia a la que ha llegado junto a su esposa, Marta Estruch.

"Prometo por mi consciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de president de la Generalitat con fidelidad al Rey, a la Constitución, al Estatut de Autonomía y a las instituciones nacionales de Cataluña", ha comentado antes de recibir la medalla que simboliza la presidencia por parte del que ya es su antecesor, Pere Aragonès.

Tras el himno nacional de Cataluña, Illa ha pronunciado un discurso en el que ha defendido que hereda un legado en el que ha mencionado a todos sus antecesores desde Josep Tarradellas, a quienes ha agradecido haber presidido "con los mejores propósitos" y las "más nobles intenciones" para "hacer de Cataluña un país mejor". Así, ha prometido "gobernar para todos" y con el fin de "unir, respetando la pluralidad" para frenar los discursos que ponen en jaque la convivencia. El jefe del Govern ha advertido de que "la defensa de la lengua, la cultura y la tierra no es nunca contra nadie" y ha llamado a frenar los discursos de odio, recogiendo el testigo a un Aragonès al que ha halagado.

En sus discurso más relevantes, como ha sido el de hoy por primera vez en la Generalitat, no ha olvidado tampoco a su “admirado” Romà Planas, su mentor político y quien fuera secretario personal del president Tarradellas además de alcalde de La Roca del Vallès. De ambos ha defendido su papel histórico en la recuperación de la institución de la Generalitat.

La comitiva en representación del Gobierno ha sido encabezada por la vicepresidenta, Maria Jesús Montero; y formada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la ministra de Ciencia, Diana Morant; y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. En el capítulo de agradecimientos les ha mencionado a todos, y se le ha quebrado levemente la voz al hacer referencia a su familia. En la primera bancada del salón estaban su esposa, su hija, sus padres y hermanos.

En la plaza de Sant Jaume se han congregado decenas de simpatizantes socialistas, pero también un grupo de independentistas con pancartas contra la elección de Illa y que le han abucheado al entrar en Palau. Los Mossos le han hecho el saludo de honor, y el encargado ha sido el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, en el foco estos días por el operativo fallido para detener a Carles Puigdemont, que le ha estrechado la mano. “A su servicio, president”, le ha dicho en nombre de la policía catalana.

El Govern toma forma

Ya asentado en Palau, Illa ultima los detalles de su nuevo Govern en el que ya ha confirmado al gerente del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Dalmau, como conseller de Presidència; a Núria Parlon como consellera de Interior; y a Javier Villamayor como secretario del Govern.

El president tiene la intención de celebrar la primera reunión del nuevo Govern el próximo martes 13 de agosto tras forjar un gabinete monocolor -ERC y los Comuns se quedan, de partida, en la oposición- en el que se priorizará la gestión y al que incorporarán dirigentes de pata negra de la marca PSC, pero también algunos independientes para trascender las siglas del partido y guiñar el ojo a sus socios. El objetivo inicial es procurar no aumentar las 14 consellerias que tiene en estos momentos el ejecutivo catalán y que todos ellos tomen posesión este lunes.