Negociación en Catalunya

Illa se revuelve contra las condiciones de ERC y exige "humildad" en la negociación de investidura

El PSOE y el PSC apelan al voto útil progresista en las europeas para contener el ascenso de la extrema derecha

Salvador Illa

Salvador Illa

Quim Bertomeu

Los mítines de la campaña de las elecciones europeas se están convirtiendo en el escenario que ERC y el PSC han elegido para intercambiarse avisos sobre la negociación de la investidura en Catalunya. Avisos que, por ahora, demuestran que están lejos de un eventual acuerdo. Si este sábado ERC puso sus dos condiciones para investir a Salvador Illa -una financiación singular como antesala de un referéndum-, este domingo el propio Illa se ha revuelto ante este planteamiento. En un mitin en Lleida, ha pedido a los republicanos afrontar la negociación con "humildad" y teniendo "los pies en el suelo".

Illa en ningún momento ha citado explícitamente a los republicanos, pero no ha hecho falta para que se le entendiera claramente. El líder socialista ha pedido que "nadie olvide lo que decidieron los catalanes el 12 de mayo", es decir, que convirtieron al PSC en ganador de los comicios y le quitaron a ERC 13 escaños. Una forma de recordarle a Esquerra que sus dos grandes demandas, una mayor soberanía fiscal y una mayor soberanía política, no tuvieron en las urnas un aval amplio de los ciudadanos.

He visto en los últimos días a alguien haciéndose el milhombres

Salvador Illa

— Primer secretario del PSC

Al primer secretario del PSC tampoco le ha pasado por alto el tono contundente que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha empleado en los últimos dos días para dirigirse a los socialistas. Es por esto que también ha criticado la vehemencia con la que los republicanos se refieren al PSC: "He visto en los últimos días a alguien haciéndose el milhombres". Ante esta situación, ha recordado que Catalunya es "de todos y de todas y nadie tiene derecho preferente a nada" y ha exigido no "hacer perder el tiempo" a la gente.

Aunque Illa se haya mostrado crítico con los republicanos, también ha dado señales de que sigue aspirando a lograr sus votos para ser presidente. Es decir, que no le gustan para nada las condiciones que fijó Rovira, pero que ve margen para negociar. En este sentido, el aspirante socialista se ha recetado "paciencia" y se ha mostrado convencido de que acabará siendo presidente. En Lleida ha recibido el apoyo de la candidata del PSOE a las elecciones europeas, la vicepresidenta Teresa Ribera: "Salvador, te queremos de president".

Contra Feijóo

Si el mitin socialista de este domingo en Lleida ha tenido un hilo conductor ha sido el de reivindicar al PSOE y al PSC como el voto útil progresista en las elecciones europeas. Aunque nadie ha utilizado específicamente esta expresión, todos los oradores han expuesto que los socialistas son el "único" partido que le puede disputar la victoria al PP y mandar el mensaje a Europa de que España es un polo progresista. Para Ribera su lista es la única que puede "contener" el ascenso de la extrema derecha en España.

El marco mental que tratan de trasladar los socialistas es que, todo aquel votante que quiera frenar al PP, rentabilizará más su voto si elige la papeleta del PSOE que la de otro partido de izquierdas. El candidato del PSC a estos comicios, Javi López, ha apuntado en la misma dirección: "Que nos voten a nosotros ante la división de otras formaciones políticas". Se refiere a que Sumar y Podemos se presentan por separado y esto les quita a ambas posibilidades de tener una buena noche electoral.

Ribera también ha apelado al votante moderado que duda entre el PP y el PSOE. Lo ha hecho cargando contra el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, por los pactos autonómicos que el PP tiene con Vox. Así, ha acusado a los populares de ser la "muleta de acompañamiento" de aquellos partidos como Vox que se presentan a Europa para "romperla desde dentro". "No hay ultraderecha buena y ultraderecha mala", ha advertido, sino que toda, a su parecer, es profundamente antieuropeísta.

Aprovechando su visita a Lleida, la también vicepresidenta tercera del Gobierno ha trazado un paralelismo entre Catalunya y Europa. Según ella, Catalunya ha pasado por un "década perdida" por los gobiernos independentistas que ha tenido, de la misma manera que Europa podría enfrentarse a una "década perdida" si gana la derecha.