LEY DE EXTRANJERÍA

El Gobierno presiona a Feijóo para que rompa con Abascal y apoye el reparto de migrantes

Los socialistas insisten que reclamar al PP un cordón sanitario frente a Vox para reformar la ley de extranjería y frenar los “retrocesos” en materia de igualdad

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, durante un acto sobre igualdad este lunes en Ferraz.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, durante un acto sobre igualdad este lunes en Ferraz. / EFE/ Kiko Huesca

Con el viento de cola del exitoso cordón sanitario contra la ultraderecha en Francia, el Gobierno ha elevado la presión sobre Alberto Núñez Feijóo para que se desprenda de sus socios y facilite un acuerdo sobre la distribución de migrantes menores entre las comunidades autónomas. Poco después de que Santiago Abascal elevase su órdago al amenazar con “dar por rotos” los gobiernos de coalición si el PP entra en el acuerdo, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, pedía al líder del PP poner pie en pared. “Feijóo calla y busca excusas. Nosotros le decimos que rompa esos gobiernos porque son un retroceso en los avances”, lo conminó.

En el marco de un acto en Ferraz sobre “recortes” en materia de igualdad a nivel territorial, principalmente en ejecutivos de coalición entre PP y Vox, Montero achacó la “negativa a la solidaridad” con Canarias a la influencia de los de Santiago Abascal sobre los populares. “Le decimos a Feijóo que imponga en sus comunidades autonómicas una solidaridad que tenía que ser voluntaria, pero que a base de discursos xenófobos hacen que no podamos distribuir de forma adecuada a estos niños que llegan a las costas canarias. Por eso ahora necesitamos impulsar esta ley”, añadió en referencia a la reforma de la ley de extranjería para hacer obligatorio el reparto.

Desde Génova se inclinan por aceptar la “solidaridad” en la acogida para aminorar la presión migratoria de territorios como Canarias, pero sin apoyar la reforma de la ley. A 48 horas de que se celebre la conferencia sectorial con la presencia de todas las comunidades autónomas para discutir la propuesta de reforma pactada entre el Gobierno y el ejecutivo de canarias, la presión sobre los populares viene tanto de sus socios como de los socialistas.

En el Ejecutivo recetan que el PP siga los pasos de la derecha moderada en Francia y aplique un “cordón sanitario” para devolver los gobiernos autonómicos con Vox “al cauce democrático del reconocimiento de la diversidad y la pluralidad”. El PSOE ya ofreció sus votos a la presidenta balear, Marga Prohens, para echar al actual presidente del Parlament de Vox. La propuesta, que fue rechazada, consistía en dar su apoyo para elegir a un presidente del PP ante la situación de “emergencia democrática” derivada de las actuaciones del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, quien en el pleno anterior rompió una fotografía de una víctima del franquismo.

Desde la cúpula de Ferraz explicaron que estaban dispuestos a extender esta oferta en otros parlamentos autonómicos para aislar a Vox. Un cambio sustantivo respecto al cordón sanitario que tras las elecciones municipales y autonómicas vincularon a que el PP rompiese con la formación de ultraderecha en todas las instituciones. Con todo, en la dirección socialista admiten que los populares nunca recogerán este guante y no han concretado ninguna propuesta para hacer efectivo este cordón sanitario que reclaman al calor de los resultados de las legislativas francesas.

Golpe de autoridad

“Si el PP acepta el reparto, será colaboracionismo. Vamos a pedir que se hagan recursos, que se trate de impedir”, subrayaba esta mañana el líder de Vox. Intentando dar credibilidad a su órdago, desde la sede del partido reclamaba que “si el PP en alguna de esas regiones quiere sentarse a pactar con Sánchez que nos lo diga, no es un problema. O sí. Pero que nos lo diga ya” porque “abandonaremos esos gobiernos”.

Los socialistas reclaman a Feijóo un golpe de autoridad tanto frente a las dudas de los presidentes que gobiernan con Vox para reformar la ley de extranjería como ante las amenazas de Abascal. Si bien, en privado no muestran demasiado optimismo y reconocen que pese a pactos como la renovación del Consejo General del Poder Judicial no se producirá un giro radical en sus relaciones con el líder de la oposición. Es más, incluso reconocen que tiene que subir el tono para “administrar” el acuerdo con una parte de su partido.