Elecciones 23J

Zapatero rechaza la idea de González de que gobierne la lista más votada y anticipa que Sánchez no se abstendrá

El expresidente del Gobierno afirma que cuando estos acuerdos desaparecen, el país "se debilita, se polariza, pierde fuerza y credibilidad tanto interna como internacionalmente"

Felipe González, en un acto reciente.

MADRID, 03/07/2023.- El expresidente del gobierno español Felipe González (c) y el exministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla (d) participan en la presentación del monográfico de "Nueva Revista" titulado "Pactar es progresar", organizado por UNIR, este lunes en el Centro Riojano de Madrid. "Nueva Revista" está editada por UNIR en colaboración con la Fundación Felipe González. EFE/ Fernando Villar / EFE

Marisol Hernández

A veinte días de las elecciones generales, un artículo de 

Felipe González

, en el monográfico de Nueva Revista 'Pactar es progresar', en el que defiende el establecimiento de un mecanismo para gobierne la

 lista más votada "cuando no haya otra opción"

, ha alimentado la tesis de que está defendiendo que se deje paso a Alberto Núñez Feijóo. Un interpretación que han negado personas cercanas y que ha rechazado de plano el otro expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

Absolutamente volcado para ayudar a los socialistas en esta campaña, Zapatero ha anticipado en TV3 que no contempla la posibilidad de una abstención del PSOE 

para que el PP no tenga que depender de Vox o para superar una situación de bloqueo político que obligue a unas nuevas elecciones.

"No veo este escenario bajo ningún concepto. El PSOE lo hizo una vez con Mariano Rajoy para no repetir unas terceras elecciones y nos costó un desgarro interno. De hecho, 

Pedro Sánchez

 protagonizó la posición contraria y lo que es más importante, el PP jamás nos lo reconoció. Sánchez tuvo que repetir elecciones y ni siquiera se le ocurrió al PP una abstención".

El expresidente, que ha asumido un gran protagonismo mediático ante la

cita capital del 23J

, anticipaba de este modo una nueva negativa de Sánchez a abstenerse. Una posibilidad que el PP contempla, al menos de manera teórica. También dijo que lo pediría tras las autonómicas y municipales del 28 de mayo y finalmente no ha explorado esta vía y se ha optado por los acuerdos con Vox.

Las encuestas, invariablemente, conceden a los populares el primer puesto aunque con dudas de si sumará una mayoría absoluta con Vox. En caso de no lograrla, Feijóo debería buscar el voto de otros grupos parlamentarios pero la presencia de la ultraderecha en la ecuación hace imposible el respaldo de algunos partidos. La responsabilidad podría recaer en ese caso en el PSOE.

Pero Zapatero ha insistido en que tras la abstención de 2016, no hubo correspondecia del PP, y que ahora no tendría sentido "pactando como está pactando con Vox". En contra de lo que reflejan los sondeos ha señalado que "mi intuición es que el PSOE va a ser primera fuerza".

Acuerdos en cada proyecto de ley y en el presupuesto

Todo este debate ha resurgido por el artículo de González, donde se declara partidario de los pactos, especialmente de los de "centralidad", ya que adverte de que cuando estos desaparecen el país "se debilita", "se polariza" y "pierde credibilidad". El propio

Feijóo

defendió hace unos meses que se deje gobernar a la lista más votada, una postura que irritó a sus barones y que después no se ha cumplido en comunidades como Extremadura.

Según asegura González hay propuestas de pactos "que podrían tener sentido si no estuviéramos atrapados en bloqueos políticos". "Hace seis meses tendrían más sentido que ahora, que es más difícil. Busquemos soluciones en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opción. ¿Qué pedimos a cambio de permitir gobernar? No pedir nada. Si no pides nada, tendrán que llegar a acuerdos en cada proyecto de ley y en el presupuesto. ¿Por qué no se transmite esa experiencia política acumulada?", se pregunta.

"Cuando estos pactos de centralidad desaparecen, el país se debilita, se polariza, pierde fuerza y credibilidad tanto interna como internacionalmente. Y ahí es donde estamos ahora", añade el expresidente, que pone por ejemplo Estados Unidos y países de América Latina como Brasil.

En su opinión, "si alguien piensa que pactar es eliminar el conflicto propio de funcionamiento de una sociedad democrática, se equivoca" y "si alguien piensa que la gente castiga al que pacta, se equivoca mucho más". "Porque lo que yo percibo hoy, como lo percibía hace 40 años o 45 años, es que los ciudadanos sienten un enorme alivio cuando ven que, en lugar de estarse peleando por cuestiones personales, por destruir al otro, los políticos se ponen de acuerdo. Los ciudadanos no les dicen a los políticos en qué hay que ponerse de acuerdo, sería estúpido que se lo dijeran, pero quieren que pacten", apunta.