Perfil de la candidata del PP

Dolors Montserrat, una catalana para defender España en Bruselas

La exministra de Sanidad repite como cabeza de cartel en el Parlamento Europeo, una Cámara en la que ha dado la batalla contra los indultos y la amnistía

Entró en el núcleo duro del partido tras la moción de censura a Rajoy y se ha sabido mantener con Feijóo, al que rechazó su propuesta de volver a Catalunya esta primavera

Dolors Montserrat, en una entrevista durante la campaña.

Dolors Montserrat, en una entrevista durante la campaña. / Mariscal

Pilar Santos

Pilar Santos

A Dolors Montserrat Montserrat (Sant Sadurní de Noia, Barcelona, 1973) esto de la política le viene de estirpe. Es verdad que, cuando se piensa en el PP y Catalunya, siempre se habla de los Fernández Díaz (Alberto y Jorge), pero las Montserrat también han llegado lejos: la madre de la actual candidata del PP al Parlamento Europeo, Dolors Montserrat Culleré, se ha dedicado más de 30 años a la política. Ya está retirada, pero fue concejala, diputada autonómica, vicepresidenta del Parlament y ocho años presidenta del PP de Barcelona (2000-2008), momento en el que empezó la carrera su hija.

La madre (que ya fue afiliada a Alianza Popular, semilla del PP) mantuvo una muy buena relación con los sucesivos presidentes del partido y también con sus secretarios generales. Hasta Sevilla se fue, en abril de 2022, para felicitar en persona al nuevo jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, al que conocía desde hacía décadas. En política hay que mimar las relaciones personales y siempre ha sabido hacerlo muy bien. También su hija, de la que todos los que han trabajado con ella destacan su talante y su buen hacer.

La cabeza de cartel del PP al Parlamento Europeo, licenciada en Derecho, con COU en EEUU y Erasmus en Italia, entró en el núcleo duro del partido de la mano de María Dolores de Cospedal, a quien apoyó en las primarias que se abrieron tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. Cospedal perdió, pero el ganador, Pablo Casado, le agradeció su respaldo en aquella alianza que tejieron todos los candidatos contra Soraya Sáenz de Santamaría e incluyó a Montserrat en la cúpula del PP.

Sufrimiento con la portavocía

Casado la nombró portavoz del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados (2018-2019) pero solo la mantuvo durante 11 meses. Conocía bien la Cámara, puesto que había sido vicepresidenta de la Mesa (2011-2016) y ministra de Sanidad (2016-2018). Su papel como portavoz en el Congreso fue complicado. No encontró nunca el tono y en el equipo de Casado sufrían cada miércoles en sus cara a cara con la entonces vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez, Carmen Calvo.

Finalmente, Casado la relevó por Cayetana Álvarez de Toledo, que tampoco salió bien parada en ese cargo, pero esa es otra historia… En la primavera de 2019, el PP estaba en su momento más bajo y el entonces presidente de la formación tenía que tomar decisiones difíciles con la poca gente de confianza que tenía en ese momento y pidió a Montserrat que se fuera como cabeza de lista en las europeas. Casado no quería poner a Esteban González Pons. Ella se resistió, no quería cambiar de vida, no le gustaba. Al final aceptó la propuesta y ahora no quiere volver a España porque está encantada en Bruselas. Este domingo ha podido celebrar el salto que su partido ha dado: de 12 escaños en 2019 (después se sumaría uno por el 'brexit') hasta los 22 de este 9J.

Esta primavera, Feijóo ha intentado que se volviera a Barcelona para presentarse como cabeza de cartel en las elecciones de Catalunya y no ha querido. A la exministra le ha gustado el trabajo en el Parlamento Europeo y la nueva vida en Bruselas. Desde allí, estos años, ha hecho campaña contra los indultos a los dirigentes del ‘procés’ y, más recientemente, contra la ley de amnistía, una norma que el PP considera que la justicia europea debe frenar.

El hecho de ser catalana le da un plus, según Feijóo, para protestar contra la ruptura de España que propugnan los independentistas. "Es una catalana hasta la médula. Catalana triple porque es Dolors Montserrat Montserrat", dijo el líder del PP en la precampaña, un comentario gracioso que no gustó en esos cenáculos madrileños que huelen a cerrado.