Poder Judicial

El CGPJ elige a Isabel Perelló, primera mujer que presidirá este órgano y el Tribunal Supremo en España

Pilar Teso, preferida inicialmente por el sector progresista, retiró su candidatura y los vocales se decantaron por la magistrada de la Sala de lo Contencioso por 16 votos frente a cuatro

El Consejo General del Poder Judicial ha elegido a María Isabel Perelló como su nueva presidenta, lo que la convierte en la primera mujer que presidirá el Poder Judicial y el Tribunal Supremo. Han sido necesarias cinco reuniones -oficiales, y muchas informales- para que el órgano de gobierno de los jueces cumpliera con su primera obligación, la de elegir a quien le presida, y para ello precisó reducir las posibilidades de elección a la propia Perelló y a la también magistrada del Supremo Ana Ferrer, que estaba entre los siete nombres propuestos originalmente por los vocales. Finalmente la jueza de la Sala Tercera ha sido la que ha obtenido 16 votos frente a los cuatro que siguieron apostando por la jueza que formó parte del tribunal del 'procés'.

La candidatura de la magistrada de lo Contencioso fue posible después de que este lunes los vocales acogieran la propuesta del sector conservador para abrirse a la posibilidad de valorar nuevos nombres superando la lista de siete magistrados entre los que acordaron inicialmente buscar a su nuevo presidente o presidenta, que lo será también del Supremo. Pilar Teso, que formaba parte de esta lista y era la apuesta inicial del sector progresista, retiró su candidatura, lo que favoreció el acuerdo prácticamente en vísperas del acto de apertura del año judicial.

Imagen de la reunión del Pleno del CGPJ, a 3 de septiembre de 2024.

Imagen de la reunión del Pleno del CGPJ, a 3 de septiembre de 2024. / Cedida

Perelló, con el voto de los 10 vocales nombrados a propuesta del PP y de seis, del PSOE , se ha convertido así en la primera presidenta del Poder Judicial, al haber alcanzado un apoyo superior al de los tres quintos exigidos por la ley, que hacían necesario obtener el resplado de 12 de los miembros del Consejo, consenso que hasta ahora parecía imposible al haberse instalado el Pleno en una dinámica de bloques entre los diez consejeros designados a propuesta del PSOE y los diez por el PP.

Una de las claves de su apoyo por parte de los conservadores ha podido ser su amistad con el vocal designado por el PP José Antonio Montero". Hicieron amistad cuando accedieron a la Sala Tercera y sus nombramientos fueron impugnados, momento en el que un grupo de magistrados de lo Contencioso quería anular sus nombramientos, lo que "les unió mucho", explican a este diario fuentes del alto tribunal.

Otra de las claves parece ser una estrategia establecida desde hace tiempo, según valoran en el Supremo, y que postulaba a Perelló como candidata 'tapada', ajena a la lista inicial de siete magistrados sobre la que habría que hacer la elección, lo que ha supuesto 'quemar' a candidatos de gran valía y prestigio, como Pilar Teso y Pablo Lucas, o la propia Ana Ferrer, para superar la dinámica de bloques que se había instalado entre los vocales progresistas y conservadores del órgano de gobierno de los jueces recién renovado.

Satisfacción en el Gobierno

La designación de la catalana, que presidirá este jueves el acto de apertura del año judicial, tras jurar o prometer ante el Rey y tomar posesión este miércoles, ha sido celebrada por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, de forma inmediata a través de la red social X, en la que ha escrito: "Muy contento. Por primera vez en la historia, una mujer presidirá el CGPJ y el Tribunal Supremo. Magnífica noticia. ¡Felicidades a Isabel Perelló y a todos los que creemos en la Justicia como un servicio público!"

Una felicitación compartida por la ministra portavoz, Pilar Alegría, que ha valorado "de una manera muy positiva el acuerdo para la renovación y el nombramiento. Por primera vez en la historia una mujer va a presidir el CGPJ. Una mujer progresista, catalana, con una trayectoria intachable". A su juicio, "lo más importante es recuperar la normalidad del Poder Judicial después de tantos años", lo que considera que ocurrirá el jueves con la apertura del curso judicial, cuando "se simbolizará también el final de una crisis".

Palabras que coinciden con las de fuentes socialistas, que destacaron que "tras semanas de bloqueo por parte de los vocales conservadores, el CGPJ por fin haya designado" como presidenta con una candidata mujer, catalana y miembro de JJpD, lo que supone cumplir "las condiciones que desde el principio defendieron los vocales progresistas", consistentes en que la elegida fuese una mujer de "currículo intachable".

Sostienen que así se pone fin a "28 años seguidos de presidentes conservadores del CGPJ (con la breve excepción de Gonzalo Moliner, que ocupó temporalmente el cargo durante un periodo de tiempo muy breve entre 2012 y 2013)" y servirá para simbolizar "el fin definitivo de la crisis institucional y constitucional que supuso el bloqueo de la renovación del CGPJ por el PP y fortalecerá la imagen de la democracia española, con los tres poderes funcionando con plena normalidad".

La felicitación contrasta con el interés de los vocales de destacar que la elección de su presidenta se haya producido por los propios vocales sin injerencias políticas, lo que consideran que aporta al órgano "una legitimidad democrática que no había tenido en los últimos años", según destacó la vocal nombrada a propuesta del PSOE Inés Herreros, que justificó la separación por bloques con la que se ha estrenado el órgano señalando que "es importante diferenciar lo que es una injerencia de carácter político a lo que es una sensibilidad en cuanto a un programa o en cuanto a un proyecto para los siguientes cinco años de Consejo".

En el Supremo desde 2009

Nacida en Sabadell en 1958, Perelló es magistrada del Tribunal Supremo desde 2009 y asociada a Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD). En noviembre de 2022, su nombre formó parte de las ternas propuestas por los vocales progresistas del anterior Consejo para ser magistrada del Tribunal Constitucional, si bien finalmente se impusieron otros candidatos.

Ingresó en la Carrera Judicial en 1985 y ocupó destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca), en la Audiencia Provincial de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Antes de recalar en la Audiencia Nacional también pasó por el Tribunal Superior de Andalucía y fue letrada en el Tribunal Constitucional. 

En 2014, ya magistrada del Supremo, Perelló firmó junto a sus compañeras Celsa Pico y Margarita Robles una carta dirigida al entonces presidente del órgano, Carlos Lesmes, reprochándole el uso de lenguaje sexista en las misivas que mandaba a todos los magistrados del tribunal y en las que solo se dirigía con el género masculino a sus compañeros.

En el alto tribunal su labor, elogiada por sus compañeros, pero siempre de carácter discreto, ha pasado más inadvertida que la de la otra candidata, al pertenecer a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que se encarga casos de contenido netamente económico y de realizar una labor de control al Gobierno.

Hasta ahora Perelló formaba parte de la Sección que se ocupa de la supervisión de la actividad de órganos reguladores, como la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia o del Banco de España. Entre las sentencias que ha dictado también figuran asuntos sobre Protección de Datos, derecho al Olvido, Derecho de la Competencia (sanciones a carteles de automóviles, transporte escolar, mensajería, abuso de posición de dominio), Instalaciones de Energía renovables, Regulación eléctrica. El verano del año pasado formó parte de la Sala de Vacaciones y fue ponente de la resolución que rechazó el recurso del PSOE que pretendía el recuente del voto nulo en Madrid tras las elecciones generales.

Por su parte, Ana Ferrer, que fue la primera mujer en presidir la Audiencia Provincial de Madrid, es magistrada de la Sala Segunda del Tribunal Supremo desde abril de 2014. Formó parte del tribunal que juzgó el 'procés' y discrepó de la aplicación de la amnistía a los líderes independentistas condenados. También lo hizo a la hora de casar la sentencia de los ERE y su criterio fue el finalmente seguido por el Tribunal Constitucional.