Terremoto en Valencia y Vigo tras quedar fuera del Mundial 2030: "Sabremos con nombres y apellidos quién lo decidió"

El viernes, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hizo públicas las 11 sedes que España tendrá para el Mundial 2030, que albergará junto a Portugal y Marruecos. Once estadios divididos en nueve ciudades, además de otras 45 subsedes que se han utilizado para compensar a las ciudades que como Valencia y Vigo se han quedado fuera de la selección que el órgano federativo ha presentado a la FIFA. Las dos son los descartes de la nómina de 13 estadios que la Federación quiso presentar, pero que los otros dos países de la candidatura rechazaron.

"La RFEF ha trabajado intensamente por esta opción, trasladándosela a sus socios de candidatura pero, tanto la Federación Marroquí, como la Federación Portuguesa de fútbol, han considerado que debe respetarse la normativa FIFA, donde se establecen 20 sedes como máximo, lo que supone que España contará con 11 sedes", precisó el órgano federativo. La Federación ha vivido una última semana intensa, entre la celebración de la cuarta Eurocopa y el último episodio de crisis institucional con la inhabilitación por dos años de Pedro Rocha. Una decisión para la que el presidente ha pedido la cautelar.

Marruecos y Portugal, contra las 13 sedes españolas

España tendrá partidos del Mundial 2030 en los estadios de: Anoeta (Donostia), Camp Nou (Barcelona), Gran Canaria (Las Palmas), La Cartuja (Sevilla), La Rosaleda (Málaga), Metropolitano (Madrid), Nueva Romareda (Zaragoza), RCDE Stadium (Cornellá-El Prat - Barcelona), Riazor (A Coruña), San Mamés (Bilbao) y Santiago Bernabéu (Madrid), el estadio mejor posicionado para albergar la final. Valencia se quedó fuera por el bloqueo que produjo la recalificación urbanística para Mestalla que exigió Peter Lim, propietario del Valencia CF; y Vigo, por la incierta remodelación del estadio de Balaídos.

Respecto a los otros dos países anfitriones, Marruecos contará con seis sedes: Rabat, Tánger, Fez, Agadir, Marrakech y Casablanca, donde se está construyendo el estadio más grande del mundo para rivalizar con el Bernabéu por final. Por su parte, Portugal acogerá partidos en tres campos: Da Luz y Jose Alvalade en Lisboa; y Do Dragao en Oporto.

La parte marroquí ha entendido el proyecto como un elemento de tracción del país con el que cumple un viejo propósito de acoger el gran torneo para el que se había postulado sin éxito en solitario. Nada que ver con el co-anfitrión luso, que ha encajado en la candidatura con un proyecto de mínimos que aproveche las infraestructuras más punteras y ya existentes, a diferencia de lo que sucedió con la Eurocopa 2004. El torneo del que Portugal quedó subcampeona sembró el país de estadios con diseños originales, pero que en algunos casos han quedado abandonados o han tenido una vejez y aprovechamiento cuestionables.

Vigo denuncia una "movilización política" en su contra

En la adjudicación de las sedes para el Mundial 2030 han entrado en juego factores políticos, deportivos y sociales. El caso gallego aspiraba a repetir la duplicidad de sedes que viven otras comunidades como País Vasco. A la RFEF le ha servido el parapeto de la negativa de Marruecos y Portugal para desmarcarse de la caída de Vigo y Valencia a última hora. Sin embargo, instituciones como el Concello de Vigo no tardaron en reaccionar por la decisión que deja fuera a un estadio que en la última década ha invertido 60 millones en una reforma todavía inconclusa (la grada de Gol).

Según informa Faro de Vigo, del Grupo Prensa Ibérica, Javier Pardo, teniente alcalde de la mayor ciudad de Galicia, denunció una “movilización política” en contra de su ciudad para dejarla fuera del Mundial 2030. A su juicio, está “encabezada” por Rafa Louzán, presidente de la Real Federación Gallega de Fútbol (Futgal) y vicepresidente de la RFEF.

“A eso hay que sumar la falta de apoyo de la Xunta de Galicia. Nunca escuchamos del ente autonómico ninguna interpretación sobre la propuesta de la ciudad, que el Gobierno gallego conoce en profundidad”, criticó Pardo, quien apuntó que Vigo presentó un proyecto “sólido y consistente” para ser sede del Mundial.

"Más adelante tocará dar nombres y apellidos de los que tomaron decisiones de la sede de Vigo", llegó a decir Abel Caballero, alcalde de una ciudad que el PSOE gobierna con mayoría absoluta. Por cierto, del mismo color político que A Coruña, cuyo consistorio lidera la también socialista Inés Rey. En 2017, Caballero definió a Balaídos como "el Guggenheim del fútbol" por la reforma de la Grada de Río de un estadio que ha cambiado notablemente su imagen exterior en los últimos años.

Desde la Futgal no tardaron en reaccionar. Lo hicieron por medio de Fernando Iglesias, su vicepresidente, quien recordó que la propuesta todavía puede sufrir modificaciones hasta que la FIFA la haga oficial. El Consejo Superior de Deportes (CSD) pedía el jueves, antes del anuncio de la RFEF, que presentase una lista de 13 sedes. Una muestra más de la brecha existente entre el Gobierno y la Federación, enfrentadas, entre otros temas, por el intervencionismo y las decisiones adoptadas por el TAD contra Pedro Rocha.

Desencuentro entre el Deportivo y el Concello de A Coruña

Para la Federación Gallega, el posicionamiento del Concello de Vigo es solo "un intento de quedar bien ante la opinión pública por parte de una institución que consideraba un marrón acoger el Mundial, tal y como señaló el propio teniente de alcalde en el último cara a cara celebrado en Vigo ante los representantes tanto del Comité Ejecutivo de la candidatura española y los representantes de la propia RFGF y de las administraciones”. Mientras Vigo se lamentaba, A Coruña celebraba ser una de las sedes del Mundial 2030.

Ni el RC Deportivo ni sus accionistas están dispuestos a poner en riesgo la sostenibilidad del club por la aventura del Mundial

RC Deportivo

O por lo menos durante unas horas. Hasta que se produjo el comunicado del RC Deportivo, que, dentro de esta trama de intereses cruzados, mantiene un conflicto con el Concello de A Coruña por el uso de Riazor. La entidad que preside Juan Carlos Escotet, dueño de Abanca, a su vez propietaria del club gallego, calificó de “aventura” un proyecto que conllevará una importante reforma del estadio para aumentar el aforo en un 45%.

“Entre los objetivos del RC Deportivo se encuentra tener un estadio categoría 4 de UEFA, llegado el momento de disputar competiciones europeas. Pero ni el club ni sus accionistas están dispuestos a poner en riesgo la sostenibilidad del club para dar respuesta a una aventura de la que nunca han sido partícipes ni han sido consultados para formar parte de ella”, recoge el comunicado. Cabe recordar que, tanto en el caso de Balaídos como Riazor con dos estadios de titularidad municipal.

Peter Lim y el Nou Mestalla, una losa para Valencia

La exclusión de Valencia es particularmente significativa, porque supone dejar fuera del Mundial a la tercera ciudad de España. Según informa 'Faro de Vigo', del Grupo Prensa Ibérica, la caída de una urbe tan relevante se produce después de meses de frustrado tira y afloja para la renovación de la licencia de obra del Nou Mestalla. Un gigantesco esqueleto de hormigón que lleva más de 15 años paralizado por la incapacidad del club para aportar fondos.

El singapurense Peter Lim, propietario del Valencia CF, y el ayuntamiento de la ciudad, han batallado después de que caducase la tramitación especial que permitía el campo de fútbol, así como la recalificación del actual Mestalla. La edificabilidad de este terreno se modificó varias veces para que el equipo pudiera sacar mayor beneficio. La entidad valencianista cargó duramente contra la decisión de la que culpó a la RFEF.

"Es un error como país que nuestra tierra no esté representada en el Mundial. Ya que se está diciendo que no a una tierra que tiene más que contrastada su capacidad, tanto de infraestructuras como de capacidad hotelera y conexiones, para albergar estos eventos. Creemos que estamos en plazos más que suficientes para llegar al Mundial", defendió el Valencia CF en un comunicado.

Por su parte, el consistorio, gobernado en coalición por el PP y Vox, indicó que "todo el mundo coincide en la necesaria presencia de la ciudad y la Comunitat en un evento de esta trascendencia", y se descargó de responsabilidad: "Tanto el ayuntamiento como la Generalitat firmaron y entregaron desde el primer momento toda la documentación y hemos puesto la voluntad para que València fuera sede del Mundial". Tanto en el caso de Vigo como de Valencia aluden a la falta de una explicación convincente y razonada por parte de la RFEF.

El de 2030 será el segundo Mundial de fútbol absoluto que organice España. En 1982 ya lo hizo en solitario. Batió el récord de sedes, con 17 estadios en los que jugaron 24 equipos. Fue récord que solo superó el Mundial de Japón y Corea del Sur, con 20 campos, y que ni siquiera ha sobrepasado el Mundial de EEUU, México y Canadá de 2026, en el que participarán 48 selecciones.

En 1982, Riazor y Balaídos fueron sedes de la cita mientras que la Comunitat Valenciana contó con tres: Rico Pérez (Alicante), Martínez Valero (Elche) y Mestalla (Valencia). Si no hay cambios de última hora, Valencia se tendrá que resignar con tres subsedes: Oliva Nova Sports Center, las Instalaciones de Paterna del Valencia CF y la Ciudad Deportiva Levante UD; mientras que a Vigo le corresponderán dos subsedes: la Ciudad Deportiva Afouteza del Celta y la Ciudad Deportiva A Madroa, de propiedad municipal.