Stoichkov, el líder de Bulgaria en 1994

Fue el alma de su selección en el Mundial de Estados Unidos por juego, carácter y goles

La selección del este europeo, como ahora Marruecos, fue la gran revelación del Mundial hace 28 años

Stoichkov, en una imagen del Mundial celebrado en Estados Unidos en 1994

Stoichkov, en una imagen del Mundial celebrado en Estados Unidos en 1994 / Fernando Zueras

David Salinas

David Salinas

Hristo Stoichkov brilló con luz propia en el Mundial de Estados Unidos 1994. El delantero del FC Barcelona, que ese año ganó el Balón de Oro, lideró a la selección de Bulgaria después del decepcionante debut contra Nigeria (3-0) en el Cotton Bowl de Dallas. El combinado europeo acabó en cuarta posición del torneo.

Stoichkov, que llegó a la cita como una de las grandes estrellas del momento, se echó al equipo a la espalda tras el sorprendente revés contra el combinado africano. A base de juego, carácter y goles, Hristo abanderó la reacción búlgara contra Grecia (4-0) —anotó dos goles, ambos de penalti— y Argentina (2-0) —abrió el marcador—. Bulgaria superó la fase de grupos como segunda clasificada.

En octavos de final apeó a México (1-1) en la tanda de penaltis (1-3). El gol búlgaro llevó la firma de Stoichkov. En cuartos de final la selección de Dimitar Penev dio la gran sorpresa y dejó en la cuneta a Alemania, a la que superó por 2-1 y, nuevamente, con un gol de Stoichkov, el del empate.

Realidad

La aventura acabó en semifinales. Italia tuvo que emplearse a fondo para frenar a Bulgaria, a la que derrotó por 2-1 después de cinco inspirados minutos de Roberto Baggio (marcó un doblete). El gol búlgaro volvió a llevar la rúbrica de Hristo.

Descarrilada, Bulgaria afrontó el partido por el tercer y cuarto puesto con la moral por los suelos. Suecia, en el Rose Bowl de Los Angeles, pasó por encima de los búlgaros (4-0) en el primer tiempo, periodo en el que sentenció el partido con los goles de Brolin, Mild, Larsson (después jugó en el Barça) y Andersson.

El Mundial de Estados Unidos se lo llevó Brasil, que venció a Italia por penaltis después de que los 90 minutos y la prórroga finalizaran sin goles. Fue la primera final que se definió desde los 11 metros y Brasil se impuso por 3-2. Stoichkov y el ruso Oleg Salenko, ambos con 6 goles, fueron los máximos realizadores de la competición.