La libreta de Van Gaal marca el camino

Cuando Louis Van Gaal llamó a Tim Krul pocos fueron los que no se llevaron las manos a la cabeza. "¿Qué hace cambiando al portero titular antes de la tanda de penalties?", se preguntó cualquier aficionado al fútbol que estuviera viendo en ese momento el vibrante partido entre Holanda y Costa Rica. En juego estaban unas semifinales y el técnico holandés, ni corto ni perezo, se sacó de la chistera un golpe maestro para situar a los 'Orange' entre los mejores del Mundial.

Porque Krul paró dos de los cinco penalties, pero estas semifinales son de Van Gaal. Como todo el Mundial de la selección que capitanea desde el banquillo. El que será nuevo entrenador del Manchester United una vez finalice el campeonato es el alma de un equipo polivalente, atrevido y flexible que no se casa con ninguna herencia ni estilo del pasado. "Podemos ser muy creativos, cosa que a nuestros rivales les cuesta mucho", avisó Van Gaal el pasado viernes en la previa de los cuartos de final... ¡Y tanto que lo fueron!

Rival a rival

Los hay que se acogen a un estilo y un esquema y de ahí no se mueven. Juegan igual contra cualquier equipo con mayor o menor fortuna creyendo que amoldarse al rival es un signo de debilidad, de ser pequeño. A Van Gaal eso nunca le ha importado. Como tampoco el qué dirán. Tiene las ideas muy claras y eso no es incompatible, como está demostrando en este Mundial, con realizar variaciones tácticas en cada partido. Busca ganar y, si puede ser, demostrando que pocos son los entrenadores con tanta incidencia directa en el juego como él.

"Todavía no sé cómo jugaremos contra Australia. Nos hemos centrado estos días en ganar a España y ahora, con los tres puntos conseguidos, empezaremos a pensar en ellos", explicaba hace ahora un par de semanas tras derrotar 5-1 a 'La Roja' en el primer partido de la fase de grupos. Y es que Van Gaal es de esos que apuestan realmente por el partido a partido y disfruta estudiando a sus rivales a consciencia. De los que detectan las debilidades del otro, las cotejan con las fortalezas de los suyos y prepara 'las trampas' para machacar al enemigo. 

A veces más vistoso, otras más práctico, pero siempre resolutivo. Un fiel reflejo de su carácter, a veces incomprendido por sus rudas formas. Las mismas que le obligaron a salir por la puerta de atrás del FC Barcelona hace unos años. Van Gaal es directo, incluso demasiado a veces, y con una confianza en su manera de entender el fútbol inquebrantable. Y esa convicción la transmite a sus jugadores.

Robben y Van Persie, las estrellas del combinado 'Orange', han aceptado que tocaba ponerse el mono de trabajo pese a haber sido finalistas en 2010 y Kuyt, en el sistema de cinco defensas, que lo suyo iba a ser un trabajo menos vistoso. Incluso Jasper Cillessen, el guardameta titular, pareció tomarse a buenas un cambio de portero al más puro estilo balonmano. ¡Y Krul que podía con los lanzadores 'Ticos' pese a que en el Newcastle tan solo se había parado dos de los últimos 20 penalties que le habían lanzado!

La famosa libreta de Van Gaal parece no tener fin. Y la genialidad de cuartos pone en sobreaviso a Argentina, pero también a los que podrían ser sus hipotéticos rivales en la gran final. Todos recelan ahora de Holanda y sus golpes de teatro. ¿Qué será lo próximo? Lo sabremos el próximo miércoles ante Argentina. Pero pase lo que pase, Van Gaal ya se ha ganado, de nuevo, el respeto del mundo del fútbol con sus planteamientos descarados y su apuesta por los jóvenes talentos.

Lo hico en el Ajax, después en el FC Barcelona y también en el Bayern. Jugadores como Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés o Müller saben que con Louis no sirven medias tintas. O todo o nada y anoche el técnico holandés dobló su apuesta.